TRANSITORIO I.- Los contratos de
arrendamiento existentes antes de la vigencia de esta ley, se regirán en cuanto
su extinción, por las normas siguientes:
a) Los contratos sin plazo o de plazo vencido
se prorrogarán por cuatro años.
Cuando la antigüedad del contrato sea mayor
de cuatro años, a ese plazo se le agregará un mes, por cada año de ocupación
arrendaticia anterior mayor de cuatro años, hasta un límite máximo de doce
meses.
b) En los contratos de plazo contractual
pendiente menor de tres años, el período se ampliará a tres años y a ese plazo
se le agregará un mes, por cada año de ocupación arrendaticia anterior mayor de
tres años, hasta un límite máximo de doce meses.
c) En los contratos con plazo contractual
pendiente por tres años o más, a ese plazo se le agregará un mes, por cada año
de ocupación arrendaticia anterior mayor de tres años, hasta un límite máximo
de doce meses.
d) Todos los plazos se contarán a partir de
la vigencia de esta ley.
e) El arrendador deberá notificar, al
arrendatario tres meses antes de la fecha de expiración del plazo, su voluntad
de no renovarle el contrato.
Tras la notificación y una vez expirado el
plazo, el arrendador podrá pedir el desalojamiento del arrendatario, mediante
proceso de desahucio.
Cuando el arrendador haya dejado transcurrir
el plazo de tres meses sin notificar al arrendatario su voluntad de no
renovarle el arrendamiento, el contrato quedará prorrogado, tácitamente, por un
nuevo período de tres años.