10
Artículo 10.- Las cartas son de propiedad del destinatario quien no
podrá divulgarlas. Este derecho pertenece exclusivamente al autor de la
correspondencia o, después de su muerte, al cónyuge o sus herederos
consanguíneos, por todo el plazo de protección. No obstante, el
destinatario podrá utilizarlas, sin autorización del autor, como pruebas en
asuntos judiciales o administrativos.
|