ARTÍCULO 2.- Principios
2.1 Igualdad procesal. El tribunal deberá mantener la igualdad de las
partes respetando el debido proceso e informando por igual a todas las partes
de las actividades procesales de interés para no causar indefensión.
2.2 Instrumentalidad. Al aplicar la norma procesal se deberá tomar en
cuenta que su finalidad es dar aplicación a las normas de fondo.
2.3 Buena fe procesal. Las partes, sus representantes o asistentes y, en
general, todos los partícipes del proceso, ajustarán su conducta a la buena fe,
al respeto, a la lealtad y la probidad. El tribunal deberá tomar, a petición de
parte o de oficio, todas las medidas necesarias que resulten de la ley o de sus
poderes de dirección, para prevenir o sancionar cualquier acción u omisión
contrarias al orden o a los principios del proceso, impidiendo el fraude
procesal, la colusión y cualquier otra conducta ilícita o dilatoria.
2.4 Dispositivo. La iniciación del proceso incumbe exclusivamente a
los interesados, quienes podrán terminarlo de forma unilateral y bilateral, de
acuerdo con lo regulado por la ley. Las partes podrán disponer de sus derechos
procesales, siempre que no sean indisponibles. A nadie se puede obligar a
formular una demanda, salvo disposición legal en contrario.
2.5 Impulso procesal. Promovido el proceso, las partes deberán
impulsarlo. Los tribunales adoptarán de oficio, con amplias facultades, todas
las disposiciones necesarias para su avance y finalización. Por todos los
medios se evitará la paralización y se impulsará el procedimiento con la mayor
celeridad posible. En todo caso, se aplicará el principio pro sentencia.
2.6 Oralidad. El proceso deberá ajustarse al principio de
oralidad. La expresión oral será el medio fundamental de comunicación. Solo
serán escritos, ya sea en soporte físico o tecnológico, aquellos actos
autorizados expresamente por la ley y los que por su naturaleza deban constar
de esa forma. En caso de duda entre la aplicación de la oralidad y la
escritura, el tribunal escogerá siempre la oralidad.
2.7 Inmediación. Todas las audiencias serán realizadas por el
tribunal que conoce del proceso, salvo disposición legal en contrario. Las
sentencias deberán dictarse por el tribunal ante el cual se practicaron todas
las pruebas. La utilización de medios tecnológicos que garanticen la relación
directa con los elementos del proceso no implica ruptura del principio de
inmediación.
2.8 Concentración. Toda la actividad procesal deberá desarrollarse en
la menor cantidad de actos y tiempo posible. Las audiencias se celebrarán en el
menor número de sesiones. Su posposición, interrupción o suspensión solo es
procedente por causa justificada a criterio del tribunal y siempre que no se
contraríen las disposiciones de este Código.
2.9 Preclusión. Los actos y las etapas procesales se cumplirán en
el orden establecido por la ley. Una vez cumplidos o vencida una etapa, salvo
lo expresamente previsto por este Código, no podrán reabrirse o repetirse.
2.10 Publicidad. El proceso será de conocimiento público, salvo
que expresamente la ley disponga lo contrario o el tribunal lo decida de oficio
o a solicitud de parte, cuando por circunstancias especiales se puedan
perjudicar los intereses de la justicia, los intereses privados de las partes o
los derechos fundamentales de los sujetos procesales.