Anexo
Procedimiento técnico para la elaboración de Guías Ambientales
Instructivo para elaboración de Guías Ambientales para
aplicar en Evaluación de Impacto Ambiental
1. Objetivo
El presente
procedimiento tiene como finalidad orientar a los funcionarios públicos
competentes, los consultores ambientales y al sector productivo en la
elaboración de propuestas de Guías Ambientales sectoriales o subsectoriales.
2. Alcance
Este procedimiento
representa los aspectos mínimos a considerar en la formulación de una Guía
Ambiental, así como los aspectos de contenido que debe incluir dicha guía,
siendo válido su delimitación en función de las particularidades de cada sector
o subsector, incorporando en cada caso el fundamento técnico correspondiente.
3. Alcance y ámbito de aplicación de
la Guía Ambiental
El profesional o
equipo profesional calificado encargado de elaborar la guía ambiental, deberá
considerar el escenario más crítico y la actividad más grande, así como el
escenario de localización promedio que tenga una condición alta de fragilidad
ambiental, con el propósito de que no se dejen componentes y aspectos
ambientales del sector sin considerar. Sobre esta base, se asegurará que
la Guía Ambiental
cubre la mayor cantidad de impactos ambientales posibles.
En consideración del
típico del ciclo del proyecto (Figura 1), es decir, del conjunto de pasos
metodológicos que debe cumplir un proyecto para su ejecución efectiva, y su
vínculo con la evaluación de impacto ambiental, se reconoce que por asuntos de
estructura legal y de costumbre, este último proceso se cumple en una fase algo
tardía del ciclo, como parte de los pasos finales del diseño del proyecto. Este
aspecto tiene el inconveniente de que el tema ambiental se introduce en una
fase muy avanzada, y en muchos casos, impide que se pueda tener un diseño ambiental
del proyecto, obra o actividad.
De acuerdo a los
pasos señalados en la Figura
1, el ciclo del proyecto, para un proyecto típico, que implique construcción de
obras, se puede dividir en dos grandes partes, la fase de construcción y la
fase de operación. De esta manera, dependiendo del tipo de proyecto, obra o
actividad a desarrollar y del sector a que pertenece,
la Guía Ambiental
se puede referir a ambas fases (construcción y operación) o bien limitarse a la
fase de operación, en la medida de que la /componente de construcción ha sido
considerada en una guía ambiental separada.
Fig. 1. Fases o
pasos esenciales de un ciclo de proyecto típico (tomado de Astorga, 2006)
Para la definición de los impactos se elaborará
una Matriz de identificación y valoración cualitativa de impactos, en el que se
cruce los componentes y aspectos ambientales de la actividad productiva en
cuestión y los factores ambientales principales. Esta Matriz de Impacto no
formará parte de la Guía,
pero si deberá ser parte de la documentación de respaldo de su elaboración.
4. Relación con el marco jurídico
ambiental vigente
La Guía Ambiental
representa un instrumento técnico complementario del marco jurídico ambiental
vigente en el país. Bajo ninguna circunstancia los lineamientos de la guía
ambiental deberán contradecir o generar confusión respecto al cumplimiento de
lo establecido en el marco jurídico ambiental vigente, ya sea por
la Constitución
Política, convenios internacionales, leyes generales o
específicas o en su defecto, reglamentos generales o específicos, o bien normas
técnicas debidamente oficializadas por las autoridades.
5. Contenido temático de
la Guía Ambiental
La Guía Ambiental debe
desarrollar lineamientos de buenas prácticas ambientales, en forma de medidas
ambientales preventivas, correctivas, mitigativas o, dado el caso, de tipo
compensatorio, de aspectos e impactos ambientales significativos que pudiera
generar la ejecución de un proyecto, obra o actividad productiva.
En
la Tabla Nº 1, se presenta el
contenido temático básico que debe tener una Guía Ambiental, que contemple la
fase operativa de un proyecto, obra o actividad, partiendo de la premisa que la
fase de planeamiento y construcción está basada y cubierta por la "Guía de
Buenas Prácticas Ambientales para
la Actividad de
la Construcción"
6. Protocolos ambientales
Los protocolos
ambientales representan conjuntos de medidas ambientales a aplicar para un
aspecto e impacto ambiental dado. Dichas medidas ambientales pueden ser
preventivas, correctivas, mitigativas o compensatorias según sea el caso.
Las medidas
ambientales en el protocolo ambiental se ordenan según un orden cronológico de
aplicación de forma tal que permita su implementación según esa lógica.
Tabla Nº 1
Contenido temático de
la Guía Ambiental que cubra la fase
operativa de un proyecto, obra o actividad cuya fase de
planeamiento y construcción esté cubierto por
la Guía
Ambiental para el sector de desarrollo de
infraestructura urbana
Los protocolos ambientales, cuando se elaboran para un aspecto ambiental
dado, dentro de una organización, pueden disponer de una parte introductoria,
en la que se repasa el aspecto ambiental en cuestión, el impacto que genera y
la razón por la cual ese impacto debe ser atendido. En la medida de lo posible se cuantifica y
mide la importancia del
impacto ambiental a fin de incentivar a la aplicación de las medidas
ambientales.
Las medidas ambientales de un protocolo ambiental específico, es decir,
para un aspecto e impacto ambiental dado en una organización, se obtienen
directamente la guía ambiental en su totalidad o parte según sea el caso. Cabe
destacar que, este es una de las principales funciones de
la Guía Ambiental,
es decir, servir de fuente orientadora de protocolos ambientales dentro de la
elaboración de Plan de Gestión Ambiental de una organización (proyecto, obra o
actividad, que se vaya ejecutar o en operación).
En el caso de EIA, debido a que se refiere a un modelo predictivo, los protocolos
ambientales pueden adaptarse por completo de
la Guía Ambiental
correspondiente. En este caso,
la Guía en cuestión se corresponde con una especie
de complemento o sustituto del
Plan de Gestión Ambiental.
7. Procedimiento de elaboración de
la Guía Ambiental
7.1 Procedimiento
técnico - científico
La Guía Ambiental, para su
elaboración debe cumplir un procedimiento técnico científico estandarizado, de
forma tal que garantice que se han cubierto, de modo predictivo y también
práctico, todos los aspectos e impactos ambientales que pueden generarse.
7.2 Tema
de la guía
La elaboración de la
guía ambiental parte de la definición del sector productivo para cual se desea
elaborar la misma. Para ello, debe partir del sistema arbóreo que se muestra en
la Figura 2.
La lógica del
esquema de la Figura
2, parte del hecho de que si se trata de una actividad, obra o proyecto, para
el cual es necesario desarrollar una fase de planeamiento, diseño y
construcción, entonces que esta fase sea cubierta por
la Guía Ambiental
que la cubre, según el alcance establecido para la misma. De este modo,
la Guía Sectorial o subsectorial a elaborar debe
cubrir fundamentalmente, la fase operativa.
En el caso de que ya
se disponga de la guía genérica para la operación del sector, por ejemplo,
sector Turismo, y se desee contar con guías ambientales más específicas,
entonces se deberá seguir el siguiente paso. Esto quiere decir que se puede
elaborar la guía para el subsector de Turismo de Hoteles, o bien de Ecoturismo,
o de otra variante (ver Figura 2).
En todos los casos,
la Guía Ambiental
de la actividad, debe complementarse con la guía genérica de base, a fin de que
no se den contradicciones.
Fig. 2. Esquema
arbóreo de construcción temática de guías ambientales genéricas, sectoriales y
subsectoriales.
7.3 Temas
a tratar por la Guía
Ambiental
La definición de
temas que abarca la
Guía Ambiental, debe seguir un esquema analógico. Esto por
cuanto ya existen actividades y obras en operación y con los cuales se puede
tener un parámetro aceptable para establecer el conjunto de aspectos e impactos
ambientales genéricos que produce la actividad.
El procedimiento
correcto para la definición de los temas debe seguir, como mínimo, los
siguientes pasos:
1. Establecer los componentes principales
(espaciales) de la actividad y obra en operación. Considerar en este caso, una
actividad productiva más bien grande, compuesta por todos los componentes de su
proceso productivo. Con esto, se tiene más posibilidad de cubrir la totalidad
de los aspectos ambientales y con ello, se garantiza una guía ambiental más completa.
2. Ordenar los componentes de la
actividad, según un diagrama del flujo productivo de la misma, caracterizando
cada uno, según las entradas y salidas, desde un punto de vista ambiental (ver
Figura 3).
3. Elaborar un matriz de identificación de
impactos ambientales, en que se crucen los componentes y sus aspectos
ambientales respecto a los factores ambientales que componen el medio ambiente
(aire, agua, suelo, flora y fauna, potenciación de amenazas y riesgos, factores
culturales, paisaje, etc.). En este caso, y siempre con el ánimo de cubrir la
mayor cantidad de variables ambientales, debe procurarse incluir la mayor y más
diversa cantidad de factores ambientales posible.
4. Valorar de forma cualitativa los
impactos de la matriz y realizar una identificación de aquellos que califiquen
como significativos.
5. Basado en la ejecución de los pasos 1 -
4, elaborar una lista de aspectos e impactos ambientales principales que
produce la actividad genérica, a partir de lo cual siguiendo un criterio
ordenador e integrador se definen los temas ambientales que debe cubrir
la Guía Ambiental.
Fig. 3. Diagrama de flujo simple del proceso de un Plantel (de Asfalto, por ejemplo), la identificación
de actividades principales del
mismo y de sus aspectos ambientales más relevantes.
Un labor adicional que permite repasar si el listado de temas a tratar es
el suficiente, es el de comparar la misma a actividades similares que ya están
en operación. Por otro lado, también es importante, realizar alguna investigación
en otros lugares a fin de determinar si se han realizado trabajos similares,
incluyendo, evaluaciones de impacto ambiental.
7.4 Elaboración
de los protocolos ambientales
Para cada uno de los
temas ambientales definidos en la sección anterior (aspectos e impactos
ambientales significativos), se elabora un protocolo ambiental.
El protocolo
ambiental contiene las medidas ambientales necesarias para prevenir, corregir,
minimizar o bien, compensar el impacto ambiental en cuestión.
Como regla general,
las medidas ambientales de los protocolos se redactan de forma genérica, y
considerando los casos de mayor impacto, de forma tal que el mismo se pueda
adaptar a la mayor cantidad de posibilidades. Esto marca una diferencia con los
protocolos ambientales que se elaboran en las evaluaciones de impacto
ambiental, en los que se puede dar un enfoque más específico y concreto.
En la medida de lo
posible, las medidas ambientales incluidas en los protocolos, no deben ser
extensas y no deben implicar acciones de compleja aplicación. Siempre que sea
posible, deben ser de fácil incorporación al accionar común de la actividad.
8. Formato de
la Guía Ambiental
La Guía Ambiental debe
cumplir una serie de lineamientos básicos de formato a fin de mantener un
estándar básico. Estos lineamientos son los siguientes:
a. Hoja: tamaño
"carta", escrita en formato vertical.
b. Texto: debe ser escrito en letra
Verdana!important, 11 puntos, con espacio y medio de interlineado, con un procesador de
textos convencional.
c. Párrafos: no
deben tener sangría, espacio simple y una separación de espacio entre párrafos.
d. Márgenes laterales: Dos
y medio centímetros a la izquierda y a la derecha.
e. Márgenes verticales: Tres
centímetros arriba y abajo y dos y medio centímetros para el encabezado y pie
de página.
f. Portada: Debe tener el espacio
para los logotipos que se introducirán posteriormente, el título de
la Guía Ambiental, el
mes y año de su elaboración y la institución o entidad corporativa responsable
de su elaboración.
g. Créditos y citación: se
incluirán en la parte trasera de la portada, es decir, en la contratapa. Debe
llevar el nombre o nombres de los profesionales que elaboraron la guía. También
se incluirá una explicación sobre el mecanismo de formalización de la guía y la
fecha en que la misma fue aprobada para ser puesta en divulgación. Aquí también se integrarán los nombres de
personas o entidades que coadyuvaron en la elaboración de
la Guía, y además la
forma en que se desea que sea citada desde el punto de vista bibliográfico. El
caso de que se trate de una publicación se indicará el número de registro bibliográfico
y además la casa editora.
h. Referencias: todos los citados
dentro del texto debe llevar la correspondiente cita bibliográfica colocada por
orden alfabético, en función del nombre del primer autor y ordenada según el
sistema convencional: autor(es), año, título del documento, entidad editora o
equivalente, número de páginas y sitio en que se elaboró el documento.
i. Extensión: se
recomienda que la
Guía Ambiental no tenga más de 50 páginas.
j. Figuras: las guías ambientales
pueden llevar figuras, diagramas, fotografías y esquemas, siempre y cuando
sirvan para reforzar el entendimiento del texto. En la medida de lo posible
deben ser a colores. Todas las figuras deben estar numeradas y debidamente explicadas
y citadas en el texto. Preferentemente las figuras deben intercalarse dentro
del texto, y cerca de donde se refieren por primera vez.
k. Portada: contendrá los
siguientes elementos: (i) logotipo del MINAE, (ii) nombre completo de la guía
(iii) resumen de no más de 20 palabras sobre la guía y su alcance, (iv) fecha
de inicio de vigencia de la guía, de conformidad con el mecanismo de
oficialización aplicado, (v) número de edición o revisión, cuando corresponda y
de manera opcional (vi) la colocación de una imagen relacionada con el tema de
la guía.
l. Contraportada: se pondrán
colocar los logotipos y signos de identificación de las entidades que han
respaldado la publicación de la guía, así como otras imágenes relacionadas con
el tema de la guía.
9. Procedimiento de mejora continua de las
guías ambientales
Las guías
ambientales estarán sujetas a un procedimiento de mejora continua y de
revisiones periódicas. El procedimiento estará regido por los siguientes
lineamientos:
1. Las observaciones técnicas que se
realicen a una Guía Ambiental deben ser presentadas por escrito a la autoridad
ambiental responsable.
2. Dichas observaciones serán registradas
y revisadas por medio del ente técnico responsable, quien dictaminará sobre su
validez y procederá a introducirlo, como apéndice numerado de la guía.
3. Un año después de la divulgación de
la Guía, las
observaciones registradas como apéndices serán integradas al documento formal
de la Guía,
realizándose las sustituciones o agregados correspondientes. En estos casos, la nueva versión de
la Guía, tendrá como
complemento el término de "Revisión Nº 1. n" que corresponda.
10. Referencias bibliográficas
Astorga, A. (2007): Guía ambiental centroamericana para el sector de desarrollo
de infraestructura urbana. UICN / ORMA, San José, Costa Rica, 99 p.