SISTEMA NACIONAL DE ÁREAS DE CONSERVACIÓN
CONSEJO NACIONAL DE ÁREAS DE CONSERVACIÓN
R-SINAC-CONAC-115--2017
CONSEJO NACIONAL DE ÁREAS DE CONSERVACIÓN, SISTEMA NACIONAL DE AREAS DE CONSERVACION, a las trece horas
nueve minutos del dieciséis de noviembre del dos mil diecisiete.
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Que a partir del 9 de noviembre del 2016, se publicó el Decreto
Ejecutivo N° 39952-MINAE que estableció los Estándares de Sostenibilidad para
manejo de los Bosques Secundarios de Costa Rica, con la finalidad que los
productores puedan dar un manejo sostenible a la regeneración que se establezca
en áreas que han sufrido cambio de uso, asegurando los objetivos por los cuales
desean preservar esos predios, colaborando con la integralidad de sus fincas y
el recibir una retribución socioeconómica, por el esfuerzo de conservación
realizado.
SEGUNDO. Que corresponde al Sistema Nacional de Áreas de Conservación del Ministerio
de Ambiente y Energía (MINAE), publicar y actualizar las normativas que se
emiten y otra normativa relacionada.
TERCERO. Que el Consejo Nacional de Áreas de Conservación (CONAC), requiere
publicar el Código de Prácticas de los Estándares de Bosques Secundarios para
Costa Rica, con la finalidad que los administrados puedan presentar las
solicitudes de trámite con los estudios técnicos correspondientes, ante la
Administración Forestal del Estado.
CUARTO. Que el CONAC en Acuerdo N° 5 de la Sesión Ordinaria N° 07-2017,
celebrada el 31 de julio del 2017, acordó publicar el Código de Prácticas de
los Estándares de Sostenibilidad para el manejo de los Bosques Secundarios.
Por tanto,
EL CONSEJO NACIONAL DE ÁREAS DE CONSERVACIÓN,
emite:
CÓDIGO DE PRÁCTICAS DE LOS ESTÁNDARES DE SOSTENIBILIDAD PARA EL MANEJO
DE
LOS BOSQUES SECUNDARIOS
I. INTRODUCCIÓN
Para los bosques naturales primarios en Costa Rica, en el año 2008 se
decidió que el estándar de sostenibilidad debería ir más allá de contar con un
set de principios, criterios e indicadores de sostenibilidad y se decidió que
el estándar incluyera un código de prácticas y un manual de procedimientos.
En ese caso, el Código de Prácticas es un instrumento regulatorio de las
actividades privadas del manejo del bosque como actividad productiva y define
el campo de acción del ingeniero forestal, del regente forestal, del dueño de
bosque y del encargado del aprovechamiento.
En el manejo de bosques secundarios el código de prácticas no sólo
define la forma de intervenir el bosque, sino que trata de proveer un paquete
tecnológico que le permita a los dueños de bosque reducir los riesgos de la
inversión e innovar.
II. ASPECTOS LEGALES DEL MANEJO DE BOSQUES EN COSTA RICA
De acuerdo con el Artículo 20 de la Ley Forestal Nº 7575, publicada en
el Alcance Nº 21 a la Gaceta Nº 72 del 16 de abril de 1996, los bosques podrán
aprovecharse solo si cuentan con un plan de manejo que contenga el impacto que
pueda ocasionar sobre el ambiente.
La Administración Forestal del Estado (AFE) lo debe aprobar según
criterios de sostenibilidad certificados de previo, conforme a los principios
de fiscalización y los procedimientos que se establezcan en el reglamento de la
ley para ese fin. Al aprobarse el plan de manejo en bosque, se tiene por
autorizada su ejecución durante el período contemplado en él, sin que sea
necesario obtener periódicamente nuevas autorizaciones para el aprovechamiento.
De acuerdo con el artículo 3° del Decreto Ejecutivo N° 39952-MINAE que
estableció los Estándares de Sostenibilidad para manejo de los Bosques
Secundarios de Costa Rica, publicado el 9 de noviembre del 2016, para los efectos
de promover la presencia y manejo de cobertura boscosa bajo Estándares de
Sostenibilidad, se entenderá por Bosque Secundario la definición establecida en
el punto III. Terminología de esta resolución.
III. TERMINOLOGÍA
En este Código de Prácticas se utilizan los siguientes términos que se
considera necesario definir con claridad:
a. AFE: Administración Forestal del Estado.
b. Bosque secundario: Tierra con vegetación leñosa de carácter
sucesional secundario, que se desarrolla una vez que la vegetación original ha
sido eliminada por actividades humanas y/o fenómenos naturales, con una
superficie mínima de 0.5 hectáreas. Se incluyen también aquellas tierras
desprovistas de vegetación leñosa, que voluntariamente se registren ante la AFE
con el fin de promover el proceso de sucesión natural, y las tierras de bosque
secundario inmediatamente después de aprovechadas bajo el sistema de cortas de
regeneración, según lo establecido en los correspondientes Estándares de
Sostenibilidad para el Manejo de Bosques Secundarios.
c. Criterio: Estado o aspecto de un proceso dinámico del ecosistema
forestal, que debería existir como resultado de adherencia a un principio de
manejo forestal
d. sostenible. Deben conducir a un juicio sobre el grado de
cumplimiento en una situación actual. Fuente: Morán et ál (2006).
e. Cuartel de corta: área que se pretende aprovechar en un mismo período
de tiempo continuo, puede ser en el mismo año o en una misma época seca.
f. d.a.p.: diámetro a la altura del pecho, es decir diámetro del árbol
medido a la altura del pecho (1,30 metros desde el suelo).
g. Gremios ecológicos: clasificación basada en los requerimientos de luz
para la germinación y establecimiento de especies forestales y palmas. Para
efectos prácticos se consideran tres gremios:
h. Heliófitas efímeras: son especies que requieren de altos niveles de
luz para su germinación y establecimiento, de tal manera que su reclutamiento
está restringido a etapas sucesionales muy jóvenes o a claros de bosque
grandes. Por lo general son especies que no representan valor desde el punto de
vista maderero y su vida es corta (entre 15 a 50 años).
o Heliófitas durables: son especies que se establecen en etapas
sucesionales tempranas, pero tienen una longevidad considerablemente mayor a
las especies heliófitas efímeras (Budowski, 1965; Finegan, 1996). Este grupo de
especies tiene para su regeneración un rango de requerimientos más amplio que
las especies heliófitas efímeras (Finegan,1996), y domina la última fase de la
sucesión secundaria (e.g. Budowski, 1965; Finegan, 1996; Richards, 1996).
Existe un gran interés por este grupo debido a razones económicas y a que
tienen altas tasas de crecimiento y están presentes en bosques secundarios en
altas densidades (e.g. Müller y Solís, 1997).
Este grupo incluye varias especies de alto valor comercial tales como:
pilón, almendro, cedro amargo, caoba.
o Especies esciófitas: son especies que pueden establecerse y
desarrollarse con bajos niveles de iluminación, por lo que se pueden
regenerarse en etapas sucesionales dominadas por especies heliófitas.
i. Indicador: Parámetro cuantitativo o cualitativo que se puede evaluar
en relación con un criterio. Describe de manera verificable y objetiva, las
características del ecosistema forestal. Fuente: Morán et ál (2006).
j. Plan de manejo: Conjunto de normas técnicas plasmadas en un documento
que regularán las acciones a ejecutar en una o varias unidades de manejo con el
fin de aprovechar, conservar y desarrollar la vegetación arbórea que exista, de
acuerdo con el principio de uso racional de los recursos naturales renovables
que garantizan la sostenibilidad del recurso.
k. Plan Operativo Anual de Aprovechamiento (POAa): Es un plan táctico a
corto plazo referente a la planificación y ejecución de los aprovechamientos
(cosechas) forestales de manera rolliza, leña, materia prima para producir
bioenergía y otros productos maderables y no maderables en un cuartel de corta.
l. Principio: pauta fundamental, base para razonamiento y acciones.
Tiene carácter de objetivo o actitud de la función del ecosistema forestal. Son
elementos explícitos de una meta. Fuente: Morán et ál (2006).
m. Registros confiables: información proveniente de planes de manejo
integrados en un expediente de la AFE, y que documentan, mediante resoluciones
de aprobación, planes de manejo de bosque natural, planes de reforestación,
proyectos de Pagos por Servicios Ambientales, o cualquier otro documento
oficial atinente a la documentación del cambio de uso de la tierra de cobertura
no forestal a cobertura forestal.
n. Unidad de manejo forestal: área de bosque que pertenece a uno o
varios predios que comparte un conjunto de normas técnicas que regulan las
acciones de manejo a ejecutar.

IV. PRINCIPIO Nº 1: SOBRE SEGURIDAD JURÍDICA Y SEGUIMIENTO EN TIEMPO Y ESPACIO
DEL MANEJO FORESTAL. El manejo forestal propicia la permanencia y el aumento de
las áreas con bosque secundario en el paisaje.
Criterio 1.1: De seguimiento espacial. Se lleva un registro de la
cobertura de los bosques secundarios bajo manejo para controlar el cambio de
uso del suelo, fomentar su uso racional y garantizar su permanencia en tiempo y
espacio.
a. Procedimiento de localización de las Unidades de Manejo Forestal
(UMF) en los inmuebles
El profesional en ciencias forestales a cargo de elaborar la propuesta
de manejo de bosque secundario georeferencia al menos tres puntos del derrotero
del plano catastrado de la finca o las fincas en donde se ubica el área a
manejar. Los puntos son tomados con un receptor de Sistema de Posicionamiento
Global (GPS) y la información se entrega en el sistema de coordenadas
geográficas latitud y longitud con el Datum WGS 84 y el sistema de proyección CRTM
05. Los puntos a georeferenciar no pueden ser adyacentes y además son escogidos
de tal manera que circunscriban un triángulo dentro de la figura de la finca.
En caso de existir un desplazamiento mayor a 500 metros de la ubicación
real del inmueble en la ubicación cartográfica del plano catastrado, se requiere
una certificación de la ubicación topográfica emitida por un topógrafo, con la
finalidad de amparar la situación real del mismo.
El área de bosque secundario a manejar es ubicada claramente dentro del
área de la finca que ha sido georeferenciada. Su forma perimetral puede ser
determinada a través de un recorrido con GPS,utilizando como apoyo el derrotero
del plano catastrado, u otro método cartográfico técnicamente apropiado.
Independientemente del método escogido se determina el área y su ubicación.
La Administración Forestal del Estado lleva un registro geográfico de
las unidades de manejo forestal de bosque secundario, en donde se incorpora la
información de la UMF que permite que el productor goce de los beneficios y
ventajas de su manejo.
b. Procedimiento para la clasificación de la Unidad de Manejo Forestal
UMF como bosque secundario con base en su localización geográfica Según el
momento de inicio del manejo forestal la clasificación de la UMF como bosque
secundario con base en su localización geográfica se realiza de las siguientes
maneras:
Si la UMF presenta un uso de la tierra no forestal al momento del inicio
del proceso del manejo, se realiza su correspondiente estimación del área y
ubicación dentro del inmueble, según se describe en el apartado anterior, y se
adjunta un documento que declare la intensión del productor de dedicar esa sección
de su finca al manejo de bosque secundario de ese momento en adelante.
Si la UMF presenta un uso de la tierra forestal al momento del inicio
del proceso del manejo, se debe demostrar (documentar) que la vegetación original
había sido eliminada en algún momento, ya sea por actividades humanas y/o por
fenómenos naturales. Para esto se puede recurrir a métodos cartográficos o a
través de registros confiables.
Los métodos cartográficos para demostrar que se trata de un bosque
secundario incluyen el uso de mapas de cobertura forestal oficiales, o
fotografías aéreas e imágenes satelitales históricas que incluyan la UMF.
Los registros confiables para demostrar que se trata de un bosque
secundario se basan en aquella información proveniente de planes de manejo
integrados en un expediente de la AFE, y que documentan, mediante resoluciones
de aprobación: planes de manejo de bosque natural; planes de reforestación;
proyectos de Incentivos Forestales; Pagos por Servicios Ambientales; o cualquier
otro documento oficial, lo atinente a la documentación del cambio de uso de la
tierra.
La correcta clasificación de la UMF como bosque secundario, permite
diferenciar los Bosques Naturales de los Bosques Secundarios los cuales cuentan
con regímenes de manejo forestal diferenciado, según los estándares de
sostenibilidad correspondientes a cada tipo de bosque.
c. Términos de referencia para la elaboración del Mapa de Uso de la
Tierra que incluye las UMF y los tipos de uso de la tierra
Para una UMF con área entre 0.5 hectáreas y 9.9 hectáreas la preparación
de un mapa de uso actual del suelo del inmueble o inmuebles en donde se ubica la
UMF es opcional. Pero el área de bosque secundario a manejar es ubicada
claramente dentro del área de la finca que ha sido georeferenciada.
En el mapa de uso actual del suelo se ilustra la ubicación y dimensión
de cada tipo de uso y además se ubican claramente la o las Unidades de Manejo
Forestal. La escala del mapa permite la fácil identificación de los elementos
del mismo y el pliego muestra los elementos mínimos para ser considerado como
un mapa: ubicación política de la propiedad, identificación y firma del profesional
forestal, nombre del propietario, fecha de elaboración, escala, norte y
simbología.
Criterio 1.2: De tenencia clara. La tenencia y derechos de uso de los
bosques secundarios bajo manejo forestal están claramente definidos.
a. Procedimiento de verificación de la tenencia y derechos de uso del
bosque a manejar
El profesional forestal que elabora la propuesta de manejo verifica que
la tenencia y derechos de uso del bosque a manejar están claramente definidos,
de acuerdo con los documentos legales aportados por el propietario,
arrendatario, poseedor o representante legal. Asimismo, verifica que el
inmueble cuenta con un plano debidamente catastrado y que la unidad de manejo
no presenta conflictos de tenencia en el campo, los linderos de la propiedad
deben estar claramente definidos en el terreno y deben concordar con la
documentación catastral suministrada.
Criterio 1.3: De seguimiento en el tiempo. Se mantiene un registro de
actividades históricas y por ejecutar que permite el seguimiento y garantiza el
manejo forestal del bosque secundario a largo
plazo.
a. Términos de
referencia para el establecimiento del Registro Histórico de Unidades de manejo
y Cronograma de Actividades de Manejo
El profesional forestal que elabora la propuesta de manejo completa y
presenta ante la AFE el Formulario de Ingreso al Registro Histórico de Unidades
de Manejo de Bosque Secundario(Anexo 1). Asimismo, confecciona un cronograma de
actividades de manejo o presenta una actualización del cronograma de
actividades de manejo cuando ya cuenta con una propuesta anterior.
La Administración Forestal del Estado lleva un registro documental del
historial de la unidad de manejo, asociado al registro geográfico, en donde se
incorpora la información de la UMF que permite que el productor goce de los
beneficios y ventajas de su manejo.
b. Lógica de implementación de planes generales y planes operativos
anuales de aprovechamiento (POAa)
En casos en donde la Unidad de Manejo lo amerite debido a su extensión,
el Plan de Manejo se compone de un Plan General y Planes Operativos Anuales de
Aprovechamiento (POAa). El número de POAa está definido por el número de
cuarteles de corta (un POAa por cada cuartel). Como una forma de integrar
dentro de una misma iniciativa de manejo un conjunto de inmuebles de diferentes
propietarios, tanto fuera como dentro de un Área Silvestre Protegida donde el
manejo sea permitido, se puede incluir en un mismo Plan de Manejo varios
inmuebles de un propietario o de varios, siempre y cuando cumplan con los
requerimientos legales correspondientes citados en el Manual de Procedimientos.
V. PRINCIPIO Nº 2: SOBRE EL MANTENIMIENTO DE LAS FUNCIONES ECOSISTÉMICAS
DEL BOSQUE SECUNDARIO. El manejo forestal fomenta los procesos de regeneración
de los bosques secundarios y de las tierras forestales destinadas a este fin.
Criterio 2.1: Del manejo según etapa sucesional. El bosque es tipificado
según la etapa sucesional en la que se encuentra, lo cual permite evaluar la
condición del bosque secundario y prescribir su manejo considerando sus
características particulares.
a. Tipificación del bosque secundario según la etapa sucesional en la que
se encuentra
La estructura y composición de los bosques secundarios es muy variada y
depende de factores como:
a) El tipo de uso anterior del suelo
b) La fase sucesional en la que se encuentra
c) La Zona de Vida
d) El sitio (factores edáficos y factores climáticos)
e) La cercanía o presencia de fuentes semilleras
Es necesario generar información sobre la tipología de los bosques
secundarios en nuestro país que permita determinar líneas base de parámetros
que sirvan de punto de partida para los sistemas silviculturales a aplicar, en
cada caso particular.
Sin embargo, ya existe un ejemplo de dos grandes clasificaciones para
los bosques secundarios basados en las Zonas de Vida para Costa Rica, ambas
ubicadas en el piso basal según la clasificación de Zonas de Vida de Holdridge,
1982 (Quesada, 2008). Estas son: Bosques Secundarios de Zonas Húmedas de Bajura
y Bosques Secundarios de Zonas secas de bajura.
Estas clasificaciones pueden ser utilizadas como ejemplo para tipificar
el bosque secundario según la etapa sucesional en la que se encuentra. Hasta
tanto no se desarrollen nuevas categorías, se podrán utilizar como base para
recomendar el tipo de manejo a realizar. Por esta razón se mencionan a continuación.
Etapas sucesionales para Bosques Secundarios de Zonas Húmedas de Bajura.
. Primera fase: en los primeros meses después del abandono, el sitio
es colonizado por especies pioneras herbáceas, arbustivas y bejucos de muy
variadas familias, que forman una comunidad baja que puede ocupar el sitio
hasta dos o tres años; a menudo las especies heliófitas efímeras se establecen
rápidamente durante esta fase. El periodo de duración se prolonga hasta los 10
años (Quesada, 2008).
. Segunda fase: las heliófitas efímeras forman una comunidad de muy
baja riqueza florística que es dominada por una o pocas especies. Crecen muy
rápidamente formando un dosel cerrado, eliminando las especies de la primera
fase por su sombra. Se establecen las heliófitas durables y surgen las primeras
especies esciófitas que nacen a la sombra de las heliófitas. Esta etapa se
prolonga de los 10 a los 25 años (Quesada, 2008).
. Tercera fase: después de los 25 años, la dominancia de las
heliófitas durables comerciales es evidente y el incremento en la presencia de
las esciófitas en los estratos inferiores del bosque es significativo. Con el
deterioro de las heliófitas durables por su madurez o envejecimiento, son
reemplazadas por las esciófitas que se están desarrollando simultáneamente en
el dosel inferior y que inician su ascenso al dosel superior. (Quesada,
2008).
. Cuarta fase: después de los 35 años la altura dominante del dosel
superior sigue creciendo y puede alcanzar más de 35 metros. La duración de esta
fase se prolonga por más de 100 años
Etapas sucesionales para Bosques Secundarios de Zonas secas de bajura.
. Primera fase sucesional - pastizal arbustivo: este periodo describe
la vegetación de los primeros 3 a 4 años después del abandono del área. Dicha
fase se caracteriza por la presencia de especies arbustivas y de las primeras
especies arbóreas pioneras, las cuales dominarán las siguientes fases de
desarrollo hasta el bosque secundario intermedio, Spittler (2001)
citado por Quesada (2008).
o El ingreso de esta vegetación ocurre en forma de "islas de
regeneración", es decir que la regeneración se establece en las cercanías de la
vegetación previamente existente.
La dispersión de semillas a través de animales (zoocoría) cumple una
función importante en esta fase, en donde los individuos remanentes sirven como
lugar de descanso y de alimentación de aves. En general los árboles remanentes
fueron dejados en pie en los pastizales, con el fin de ofrecer sombra al ganado, Spittler (2001)
citado por Quesada (2008).
o De esta manera se crea un paisaje de sabanas arboladas, con
pequeñas islas de vegetación. El pasto predominante es la especie Hyparrhenia
rufa (jaragua), Spittler (2001) citado por Quesada (2008).
. Segunda fase sucesional - arbustal: aproximadamente después de 4
años, el pastizal arbustivo comienza a cerrarse, manteniéndose una alta dominancia
de especies arbustivas y arbóreas pioneras. Esta se mantiene hasta el noveno o
décimo año después del abandono del pastizal. Durante esta fase paulatinamente
se van creando las condiciones microclimáticas necesarias para el
establecimiento masivo de regeneración natural: mayores áreas de sombra,
aumento de la humedad relativa y reducción de la temperatura del ambiente. Bajo
dichas condiciones los pastos son desplazados progresivamente del sitio, aunque
siguen sobreviviendo en aquellos sectores en los que ingresa luz directa. La
vegetación está conformada por un dosel de aproximadamente 5 m de altura, el
cual se extiende de manera más o menos uniforme y densa y en el cual se
desarrolla una gran cantidad de especies forestales heliófitas efímeras y
durables, Spittler (2001) citado por Quesada (2008).
. Tercera fase sucesional - bosque secundario temprano: esta fase
comienza después de unos 10 a 15 años, por primera vez se puede observar una
cobertura forestal cerrada, que provoca el desplazamiento definitivo de los
pastos. Ya se comienza a dar un aspecto boscoso, en el cual se pueden
diferenciar claramente dos estratos: un estrato arbóreo y un sotobosque. El dosel
superior alcanza alturas de aproximadamente 12 m y es dominado por especies arbóreas
pioneras. El sotobosque está compuesto por especies arbustivas y por especies heliófitas
durables y especies esciófitas recién establecidas. La diversidad de especies arbóreas
aumenta rápidamente, Spittler (2001) citado por Quesada (2008).
. Cuarta fase sucesional - bosque secundario intermedio: esta fase
comienza más o menos a los 15 años después del abandono del área y puede
permanecer hasta los 35 años. El factor más importante de esta fase bastante
prolongada es la reducción en la dominancia de las especies pioneras, las
cuales son superadas por las especies heliófitas durables y por las especies
esciófitas. Se pueden diferenciar dos estratos arbóreos, alcanzado el dosel
superior alturas de hasta 15 m, Spittler (2001) citado por Quesada (2008).
. Quinta fase sucesional - bosque secundario tardío: esta fase
comienza a los 30 ó 35 años de edad después del abandono del pastizal y es
difícil o imposible de definir un límite superior, ya que sus características
cada vez se asemejan más a las del bosque primario. Las especies heliófitas
efímeras (pioneras) en su mayoría han desaparecido, quedando muchos individuos de
especies heliófitas durables y algunas especies oportunistas que buscan los
escasos claros en el denso dosel. Las especies heliófitas durables dominan (en
términos de área basal) la mitad del bosque secundario, mientras que las
especies esciófitas luchan por el resto del espacio disponible. El dosel
superior alcanza alturas de hasta 25 m, Spittler (2001) citado por
Quesada (2008).
La UMF es tipificada según la clasificación anterior, o alguna similar
que esté igualmente respaldada por información científica. Para cada caso se
evalúa la condición del bosque secundario y se prescribe su manejo considerando
sus características particulares. Con el fin de ilustrar las diferencias entre
bosques secundarios de Zonas Húmedas de Bajura y Zonas secas de bajura estos se
incluye la Figura 1.

Figura 1: Ilustración de las diferencias en altura y rangos de edad de
las etapas de desarrollo entre bosques secundarios de Zonas Húmedas de Bajura y
Zonas secas de bajura Términos de referencia para la ubicación y
tipificación del bosque en el contexto del paisaje forestal circundante
La UMF se debe ubicar en el contexto del paisaje forestal circundante
para determinar a qué tipo de bosque pertenece y cuál es su capacidad de uso de
la tierra. Esta ubicación contempla al menos la ubicación en los siguientes
mapas:
d. Zonas de Vida de Costa Rica según la clasificación de Holdridge, L.R1.
Bibliografía
citada:
1Mapa Ecológico de Costa Rica, según el
sistema de clasificación de Zonas de Vida del mundo de L.R. Holdridge (Bolaños,
R; Watson, V.
1993
/ CCT / esc: 1 : 200 000). Modificado en diciembre 2004.
e. Capacidad de Uso de la Tierra 20042.
Bibliografía
citada:
2Hojas Cartográficas 1:50 000. Mapas de
Capacidad de Uso de la Tierra de Costa Rica. Según metodología para la
determinación de la
capacidad
de uso de las tierras en Costa Rica (Decreto No 23214-MAG-MIRENEM)
f. Mapa de Tipos de Bosque de Costa Rica,
2013.Inventario Nacional Forestal3.
Bibliografía
citada:
3Mapa de Tipos de Bosque del Inventario
Nacional Forestal. Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), 2013.
Escala base 1:50 000. Proyección Costa Rica CRTM05. Elaborado para el INF y
financiado por el programa REDD\CCAD\GIZ, Costa Rica 2014.
Quesada,
R. 2008. Manual para promover la regeneración natural en pastos degradados en
el Pacífico Central y Norte de Costa Rica / Ruperto Quesada. - 1ª ed. -
Corporación Garro y Moya, 2008. 63 p.
Holdridge,
LR. 1982. Ecología basada en zonas de vida. San José, CR, Centro Científico
Tropical. 216 p.
Spittler,
P. 2001. Potencial de manejo de los bosques secundarios en la zona seca del
noroeste de Costa Rica. Tesis Ph.D.
Goettingen,
DE, Instituto de Silvicultura Tropical y Subtropical. Universidad
Georga-Augusta. Trad. Spittler, P.
Programa de Apoyo Ecológico (TÖP).104 p. (Serie TÖP TWF-23s).
Criterio 2.2: Del estímulo de la dinámica sucesional natural. En el
bosque manejado se fomenta la regeneración natural asistida, con el fin de
estimular los procesos dinámicos que ocurren en el ecosistema.
Cuando la UMF ya ha sido debidamente documentada y clasificada como
Bosque Secundario se puede optar por la realización de una cosecha, un
tratamiento silvicultural que acelere el proceso de sucesión y favorezca los
individuos de especies con potencial comercial, o simplemente tomar las medidas
para esperar a que la sucesión natural siga su curso, todo esto dependiendo de
las características del sitio y de los objetivos del productor.
a. Tipificación de los planes de manejo según la etapa sucesional y la
condición
coetánea o disetánea del bosque secundario.
El Profesional en Ciencias Forestales tendrá amplia discrecionalidad al
momento de diseñar el plan de manejo forestal que provea la información para establecer
los puntos de partida para el manejo de los bosques secundarios. No obstante se
recomienda utilizar el siguiente esquema (Figura 2), con el fin de seleccionar
una de las Guías Metodológicas contenidas en los anexos de este Código de Prácticas.

Figura 2: esquema que muestra los criterios para seleccionar una de las
Guías Metodológicas contenidas en el Código de Prácticas
Las Guías Metodológicas para el Manejo de Bosques Secundarios sugeridas
son:
1. Guía Metodológica para el Manejo de Bosque Secundario. Sucesión
Temprana. Coetáno (Anexo 2).
2. Guía Metodológica para el Manejo de Bosque Secundario. Sucesión
Temprana. Disetáneo (Anexo 3).
3. Guía Metodológica para el Manejo de Bosque Secundario. Sucesión
Media-Tardía. Disetáneo (Anexo 4).
4. Guía Metodológica para el Manejo de Bosque Secundario. Sucesión
Media-Tardía. Coetáno (Anexo 5).
b. Normas para la aplicación de tratamientos silviculturales
El Profesional en Ciencias Forestales tendrá amplia discrecionalidad
para escoger, diseñar y recomendar la aplicación de tratamientos
silviculturales de acuerdo con la etapa sucesional en la que se encuentra, el
tipo de bosque y los objetivos que se persiguen.
En el Anexo 6 se incluyen algunos lineamientos para establecer los
puntos de partida para la aplicación de tratamientos silviculturales para el
manejo de los bosques secundarios.
c. Términos de referencia para el
aprovechamiento forestal
El profesional en Ciencias Forestales tendrá amplia discrecionalidad al
momento de prescribir el aprovechamiento forestal dependiendo de las características
del tipo de bosque secundario a manejar y los objetivos del propietario del
bosque.
El aprovechamiento en bosques secundarios está enmarcado dentro de los
tratamientos silviculturales que se pueden utilizar para la obtención de algún
tipo de producto maderable, tales como: mejora, raleo y cosecha. Para cada uno
de ellos se podrá diseñar un sistema de aprovechamiento adecuado a los
productos a extraer y las posibilidades de utilización de maquinaria, equipo,
tracción animal, u otro método de aprovechamiento forestal.

d. Normas para la ejecución de un sistema de aprovechamiento forestal de
impacto reducido
El aprovechamiento forestal debe ser considerado como un sistema que
busca realizar la cosecha de los árboles seleccionados causando el menor
impacto en el entorno. Las principales etapas son las siguientes:
1) Planificación del aprovechamiento de impacto reducido tomando en
cuenta todos los componentes del sistema
2) Planificación y construcción de la red vial tomando en cuenta el
relieve (curvas de nivel), la ubicación de los árboles a cosechar y la
ubicación de áreas de protección por hidrología y pendientes
3) Tala dirigida, desrame y descope
4) Transporte menor
5) Troceo
6) Carga
7) Transporte mayor
8) Capacitación de los operarios, encargados del aprovechamiento y
regentes
9) Monitoreo
Con el fin de
ayudar a planificar las labores de aprovechamiento y complementar conceptos
básicos del aprovechamiento de bajo impacto en bosques húmedos se recomienda
consultar, al menos, dos documentos:
Orozco, L; Brumér,
C; Quirós, D. (eds). 2006. Aprovechamiento de impacto reducido en bosques
latifoliados húmedos tropicales. 2006. Turrialba, CR, CATIE. 442 p. (Serie
técnica. Manual Técnico N°.63).
Dykstra, DP;
Heinrich, R. 1996. Código Modelo de Prácticas de Aprovechamiento Forestal de
la FAO. Roma, IT, FAO.
|
Criterio 2.3: Del mantenimiento de la condición de terreno destinado al
manejo de la sucesión forestal. El manejo garantiza la permanencia del uso
forestal de la tierra mediante la regeneración natural del bosque.
a. Mantenimiento del uso forestal de las áreas manejadas.
Una de las principales formas de lograr que los bosques secundarios se
perpetúen en el tiempo es la flexibilidad con que cuenta el propietario del bosque
para seleccionar el método de aprovechamiento más conveniente. En aquellos
casos en donde se decide aplicar cortas de regeneración o cortas totales del
bosque secundario en un sistema monocíclico, la cobertura forestal se verá
interrumpida temporalmente, mientras el proceso de sucesión vuelve a repoblar
el área manejada.
En esos casos existe un compromiso escrito debidamente registrado de
parte del dueño del bosque de permitir el establecimiento y desarrollo de la
regeneración natural y la sucesión secundaria en el sitio aprovechado.
b. Selección de árboles semilleros
Se seleccionan y marcan como árboles semilleros de 3 a 5 árboles bien
distribuidos por cada hectárea y se marcan algunos ejemplares de valor de esciófitas
parciales que pueden todavía crecer por una generación más.
Los árboles semilleros podrán ser también cosechados una vez que se
alcance un nivel de regeneración aceptable y podrán ser sustituidos por nuevos
individuos, dentro del área a manejar.
VI. PRINCIPIO Nº 3: SOBRE LA FUNCIÓN DEL BOSQUE SECUNDARIO EN LA PROTECCIÓN
DE SUELOS, Y AGUA. El bosque secundario bajo manejo forestal conserva su
función de protección de suelos y aguas, y está libre de contaminación por
desechos sólidos y líquidos derivados de las actividades de manejo.
Las medidas para mitigar el impacto en el suelo y el agua deben
enfocarse hacia las áreas que son afectadas por las labores de cosecha,
especialmente en aquellas que pasarán a ser parte de la infraestructura
permanente, por ejemplo caminos primarios y patios de acopio.
Criterio 3.1: De protección de la calidad del agua. El manejo forestal
protege la calidad del agua presente en la unidad de manejo.
Criterio 3.2: De protección del suelo. El manejo forestal protege el
suelo de la unidad de manejo.
a. Restricciones en áreas de protección
Los árboles a cosechar deben estar ubicados dentro del área efectiva del
bosque secundario que no incluye las áreas de protección definidas en la ley
7575 (artículos 33 y 34).
b. Medidas de protección del agua y el suelo presente en la unidad de
manejo
Se identifican las nacientes y tomas de agua para abastecimiento de
acueductos, áreas de protección de nacientes permanentes, ríos y quebradas; así
como áreas de recarga acuífera cuando estas estén oficialmente establecidas.
Los caminos primarios y patios de acopio tienen las obras de conservación
necesarias para minimizar la erosión y la sedimentación excesiva en los
elementos hidrológicos. Asimismo, al concluir el aprovechamiento, se asegura el
mantenimiento de los caminos primarios con las medidas necesarias para evitar
la erosión.
Los caminos secundarios poseen pendientes iguales o menores al 40%, los
pasos de agua son funcionales y los caminos tienen cortes de agua en los tramos
largos con pendientes altas. Al final del aprovechamiento, los caminos
secundarios se clausuran; además, se toman medidas para evitar la erosión y
para restituir las funciones y procesos del sistema natural de drenajes.
Los residuos de vegetación derivados de las actividades de
aprovechamiento (ramas, fustes, etc.) son removidos de los cauces para
restituir las funciones y procesos del sistema natural de drenajes.
La corta y la extracción se realizan preferiblemente cuando las
condiciones meteorológicas permiten minimizar
el impacto en el suelo y agua.
En áreas con pendientes mayores a 60% no se realiza aprovechamiento
maderable utilizando tractor de oruga, debe utilizarse cualquier otro método
que asegure la conservación del suelo del bosque.
Se toman medidas para controlar la contaminación por desechos sólidos y
líquidos derivados de las actividades de manejo. Después de concluir las actividades
de aprovechamiento, no quedan, ni en el bosque ni en los patios de acopio,
desechos inorgánicos líquidos o sólidos, ni sus contenedores. Los campamentos o
infraestructura rústica temporal, que alberga el personal encargado de las
labores propias del manejo forestal, son desmantelados una vez que han concluido
con sus funciones y los materiales que fueron utilizados en su construcción,
así como sus desechos, son removidos del área de manejo.
Después de aplicar tratamientos silviculturales no quedan en el bosque
desechos de productos químicos u otros desperdicios inorgánicos líquidos y
sólidos, ni sus contenedores.
Con el fin de destinar la menor cantidad de área posible en infraestructura
permanente, en la unidad de manejo se reutilizan los caminos, vías de extracción
y patios en cada nuevo aprovechamiento. Los caminos primarios y los patios de
acopio son ubicados claramente en el campo y son reutilizados en cada nuevo
aprovechamiento.
VII. PRINCIPIO Nº 4: SOBRE LA FUNCIÓN DE LOS BOSQUES SECUNDARIOS PARA PROVEER
BIENES Y SERVICIOS A SUS PROPIETARIOS Y LA SOCIEDAD EN GENERAL. El manejo de
estos bosques promueve el uso fácil, eficiente y continuo de sus diferentes
bienes y servicios, con el fin de asegurar la viabilidad económica, y los
beneficios sociales y ambientales.
Criterio 4.1. De la adaptabilidad del manejo a las necesidades del
productor. El manejo de bosque secundario representa una opción rentable en el
corto, mediano y largo plazo como mecanismo/incentivo para que se aumente su
presencia en el paisaje, y se perpetúen en el tiempo.
a. Adaptabilidad del manejo a las necesidades del productor.
El productor cuenta con flexibilidad para decidir cómo y cuándo es la
forma de aprovechar los recursos maderables y no maderables, de manera tal que
se le posibilite maximizar las ganancias obtenidas de las áreas bajo manejo.
Para lograr esto los permisos de aprovechamiento se mantienen vigentes
por períodos convenientes para que las actividades se realicen sin presiones de
tiempo, de manera tal que los recursos se utilicen de la manera más eficiente,
conveniente y racional.
b. Medidas de protección y vigilancia
En el Plan General del Plan de Manejo se deben definir las medidas de protección
y vigilancia a desarrollar durante el plazo del Plan de Manejo, incluyendo
acciones para controlar la tala ilegal y las actividades ilegales de caza,
captura y recolección de especies de flora y fauna
En zonas de alta y mediana incidencia de riesgo de incendios forestales,
según la clasificación del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, se
establecen medidas preventivas (rondas cortafuegos) para el control de
incendios forestales que promuevan la permanencia en el tiempo de los bosques
secundarios manejados.
Criterio 4.2. Del fomento al manejo del bosque secundario. Se fomentan
las actividades de aprovechamiento racional y manejo silvicultural de los
bosques secundarios.
a. Directrices en pro del manejo forestal de bosques secundarios
Existen políticas institucionales fuertes hacia el fomento del
desarrollo forestal que incentivan diversas formas de utilización y de
aprovechamiento de bienes y servicios a aquellos productores que dedican áreas
de sus fincas a la regeneración natural.
Existen políticas institucionales fuertes para permitir y fomentar la
aplicación de actividades silviculturales que estimulen la regeneración natural
asistida, apropiadas con la etapa sucesional, el tipo de bosque y los objetivos
que se persiguen.
Las guías metodológicas para el manejo de los bosques secundarios, contenidas
en los anexos de este Código de Prácticas, se constituyen en los estudios
técnicos que se requieren para optar por el Pago por Servicios Ambientales.
De acuerdo con las políticas de deforestación evitada y carbono
neutralidad, así como la existencia de alrededor de cuatrocientas mil hectáreas
de bosque secundario a nivel nacional, se debe de implementar un sistema ágil y
eficiente de manejo acompañado de un esquema eficaz de pago por servicios ambientales
y un sistema de mecanismos financieros adecuado, si se desean alcanzar los objetivos
planteados por el país.
Rige a partir de su publicación en el Diario
Oficial La Gaceta.