Artículo 4 ° - Rige a
partir de su publicación.
Dado en la Presidencia de
la República. San José, a los diecisiete días del mes de agosto del dos mil
dieciocho.

Estrategia Nacional para el Abordaje Integral y
la Reducción del Consumo de Sustancias
Psicoactivas con Enfoque de Salud Pública.
2016-2021
Créditos
AUTORIDADES MINISTERIO DE
SALUD
Giselle Amador Muñoz
Francisco Golcher Valverde
SECRETARÍA TECNICA DE SALUD
MENTAL
Marianela Mora Castro
Sinai Valverde Cecilia no
Apoyo secretaria!
Raquel Esquive! Valverde
ASESORIA OPS/OMS COSTA RICA
Dr. Enrique Pérez-Flores,
MSP
Leda. Cinthya Madrigal
Rodríguez
MSP. Karen Carpio Barrantes
Ministra de Salud
Jefe Secretaría Técnica de
Salud Mental
Asesor Vigilancia de la
Salud
Consultora Planificación
Consultora
Salud Mental
Abreviaturas y
acrónimos


GLOSARIO



Presentación
La presente Estrategia para
la Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas con enfoque de Salud Pública,
presentada por el Ministerio de Salud de Costa Rica con la colaboración de la
Organización Panamericana de la Salud ha contado con la participación activa de
actores de interés dentro y fuera del sector salud por medio de sesiones de
consulta y talleres participativos. La Estrategia contempla acciones clave para
dar respuesta oportuna al problema del consumo de sustancias psicoactivas en
Costa Rica. Se plantea un abordaje interinstitucional e intersectorial que
contempla la totalidad del ciclo vital de las personas, así como el curso
natural de los trastornos relacionados con el consumo de sustancias. Con el fin
de incidir de manera efectiva en la reducción del consumo de sustancias y sus
consecuencias adversas para la salud, sociales y económicas.
La Estrategia comprende
cuatro grandes áreas estratégicas: liderazgo, gobernanza y alianzas
estratégicas; promoción y prevención; servicios de intervención temprana y sistemas
de tratamiento; y vigilancia, monitoreo y evaluación; que cuentan con
una serie de objetivos e intervenciones estratégicas específicas que han sido
consensuadas con los actores de interés a nivel nacional. Esta Estrategia
estará necesariamente acompañada de un Plan de Acción con metas y actividades
claras, indicadores de cumplimiento y medios de verificación que ha de ser
elaborado de manera participativa con los diferentes actores de interés dentro
y fuera del sector salud.
Finalmente se agradece la
colaboración y acompañamiento de todas las personas participantes que hicieron
posible la elaboración de esta estrategia. Les insto a continuar
comprometidamente en el proceso de implementación y seguimiento, a fin de
lograr los beneficios esperados para el país.
Introducción
En Costa Rica los índices de consumo de sustancias
psicoactivas muestran una proporción importante de la población en condiciones
de dependencia y consumo perjudicial o dañino, lo cual requiere de acciones
concretas y articuladas para el abordaje integral del consumo de sustancias psi
coactivas y todo lo que esto implica desde el ámbito sociocultural hasta el
económico y político (1).
La Estrategia toma en cuenta las características
epidemiológicas del consumo de sustancias psicoactivas en Costa Rica para
responder adecuadamente según el contexto nacional y población meta; se enmarca
en las políticas y planes nacionales en materia de salud y uso sustancias
psicoactivas; y toma en cuenta las recomendaciones internacionales basadas en
evidencia para incidir de manera efectiva en la reducción del consumo de
sustancias y sus consecuencias adversas para la salud, sociales y económicas.
Desde un enfoque de salud pública, la Estrategia se
fundamenta en los determinantes de la salud y contempla la aplicación de
políticas que promueven la salud y el bienestar social de la población
costarricense. Para esto, se definen intervenciones dirigidas a la promoción de
la salud, prevención del consumo de sustancias psicoactivas y sus
consecuencias; la intervención temprana del consumo; la reducción de daños
causados por el consumo; el acceso a tratamiento oportuno y de calidad; la
recuperación de las personas, incluyendo su reinserción social; y la
administración de los servicios de salud (2).
La Estrategia se elabora en cumplimiento a las
políticas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018
"Alberto Cañas Escalante" (PND) (3), la Política Nacional de Salud
"Dr. Juan Guillermo Ortiz Guier" (4) y la Política Nacional de Salud
Mental 2012-2021 (5); y contempla a su vez las estrategias establecidas en Plan
Nacional sobre Drogas, Legitimación de Capitales y Financiamiento al Terrorismo
2013-2017 (6) y la Política del Sector Salud para el Tratamiento de la Persona
con Problemas Derivados del Consumo de Alcohol, Tabaco y Otras Drogas en Costa
Rica (1). Además, se ha desarrollado en seguimiento a los mandatos suscritos
por los estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Estrategia y Plan de Acción sobre
el Consumo de Sustancias Psicoactivas y la Salud Pública; el Plan de Acción
sobre Salud Mental 2013-2020 (7); los Estándares Internacionales de la
Prevención del Uso de Drogas (8) y la Estrategia y plan Hemisférico sobre
Drogas 2011-2015 (9) y la Ley 8655, Convenio Marco para EL Control de Tabaco de
la Organización Mundial de la Salud {10). Así como el marco relativo a
los servicios de salud integrados y Centrados en la persona
(OPS.2016). Public health dimension of the world drug problem (WHO. 2017)
1.1. Antecedentes
En el PND se señala que uno de los principales
problemas del sector salud, nutrición y deporte, es la reducida oferta de
servicios de atención y tratamiento para las personas con problemas o
trastornos por consumo de sustancias psicoactivas, así como los programas
selectivos de prevención para la población en riesgo. Estimaciones del
Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) indican que únicamente
36.000 personas tienen acceso oportuno a servicios, lo cual representa un 16%
del total de la población con trastornos por consumo de sustancias. Destaca una
importante inequidad de acceso entre las distintas zonas del país, ya que la
mayoría de servicios se encuentran centralizados en el Gran Área Metropolitana.
Además, la oferta para mujeres y personas menores de edad es muy reducida (3).
Este plan también reconoce que para dar respuesta a
dicha problemática es necesario un abordaje integral que contemple acciones de
promoción de estilos de vida saludables, prevención, atención, rehabilitación y
reinserción social. Para dar respuesta a la brecha de tratamiento, en el PND se
establece como objetivo fortalecer la detección, atención y seguimiento de las
personas con trastornos mentales, del comportamiento y consumidoras de
sustancias psicoactivas; esto por medio de:
a) El mejoramiento de las acciones de prevención,
detección oportuna y atención de las personas con trastornos mentales, del
comportamiento y consumidoras de sustancias psicoactivas
b) La creación de equipos interdisciplinarios para
la atención ambulatoria de personas con adicciones y otros problemas de salud
mental.
c) La provisión de camas en hospitales para la
atención personas con trastornos mentales y del comportamiento, incluidas los
debidos al consumo de sustancias psicoactivas.
d) El incremento de la cobertura de los servicios
de salud de IAFA (3).
La Política Nacional de Salud "Dr. Juan
Guillermo Ortiz Güier" establece que la atención integral del consumo de
alcohol, tabaco y otras drogas es un área de intervención prioritaria en salud.
En esta línea, se define una política de prevención, tratamiento y
rehabilitación del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas que contempla tres
estrategias, a saber:
a) brindar una atención
integral a las personas con problemas de consumo de alcohol, tabaco y otras
drogas con un enfoque de determinantes y de factores protectores de la salud;
así como el enfoque centrado en la persona que implica abordar al individuo, la
familia y la comunidad, acorde con la política marco del plan nacional de
drogas 2018-2022, que indica "acciones multisectoriales,
multidisciplinarias, inclusivas, participativas, integrales con un enfoque
centrado en las personas, dirigidos a estilos de vida saludables y el
mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes" (Aún sin publicar).
b) articular acciones a
nivel interinstitucional e intersectorial para la prevención de las adicciones
y la atención integral de las personas consumidoras de alcohol, tabaco y otras
drogas;
c) promover el
fortalecimiento de los factores protectores del consumo de alcohol, tabaco y
otras drogas con enfoque comunitario (4).
La Política Nacional de
Salud Mental 2012-2021 tiene como objetivo "fortalecer el sistema de
protección social de la salud mental por medio de acciones intersectoriales e
interinstitucionales para
alcanzar la equidad sanitaria según condiciones de
vida entre los diferentes grupos sociales, promover el desarrollo emocional y
el bienestar mental en la población" (5) e incluye entre sus lineamientos
y acciones el abordaje de salud pública del problema de las drogas. Para esto,
propone el desarrollo de un programa nacional intersectorial e
interinstitucional de atención integral a las personas consumidoras de drogas,
así como el fortalecimiento de los factores protectores de la población, con
enfoque comunitario, con base en evidencia epidemiológica y científica (5).
A partir de la
oficialización de la política, y con el fin de declarar de interés público las
acciones de promoción, prevención, atención y rehabilitación de la Rectoría de
la Producción Social de la Salud Mental, se crean la Secretaría Técnica de
Salud Mental (STSM) y el Consejo Nacional de Salud Mental.
La STSM como órgano
técnico, adscrito al despacho del ministro de salud, y responsable de abordar
el tema de la salud mental desde la perspectiva del ejercicio de la Rectoría
del Sistema Nacional de Salud; con la participación de instituciones públicas y
privadas, la sociedad civil organizada y la comunidad académica y científica.
El Consejo por su parte, se
establece como órgano responsable de apoyar al despacho ministerial y a la STSM
en la formulación y evaluación de las políticas, planes, programas y proyectos
de salud mental; establecer mecanismos de coordinación, conducción y dirección
política con los diferentes actores. Del Sistema Nacional de Salud; definir mecanismos
de modulación del financiamiento; y gestionar investigaciones científicas en
salud mental en Costa Rica, incluyendo el abordaje de salud pública del
problema de las drogas.
Dado lo anterior, la STSM
junto con el apoyo de las instituciones partícipes del Consejo, es quien lidera
la elaboración y ejecución de la presente Estrategia en conjunto con el IAFA,
quien tiene a su cargo la función rectora y ejecutora según ley 8289 "la
dirección técnica, estudio, prevención, tratamiento y la rehabilitación de la
adicción al alcohol, el tabaco y otras drogas lícitas o ilícitas".
El Plan Nacional sobre
Drogas, Legitimación de Capitales y Financiamiento al Terrorismo 2013-2017 (6)
es la estrategia vigente del Estado Costarricense para enfrentar el problema de
las drogas en todas sus manifestaciones. El Plan busca maximizar el uso de los
recursos disponibles y potenciar el accionar coordinado del Estado
Costarricense, entendiendo éste como Gobierno Central, Poder Judicial,
Gobiernos Locales e Instituciones Autónomas, especialmente aquellas que prestan
servicios de salud. Además, fomenta la participación comprometida de las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), del sector privado, la sociedad civil
organizada y los organismos de cooperación internacional.
El Plan valida el rol
fundamental del fortalecimiento de la familia y la protección de la población
infantajuvenil como ejes imprescindibles para la acción e incorpora el
componente de equidad de género. En el eje estratégico Reducción de la demanda
de Drogas contempla la promoción de la salud, la prevención del consumo y
problemas asociados, el diagnóstico, la prestación de servicios de salud y la
integración social; incluyendo dos propuestas de acción específicas, a saber:
a) Creación de
intervenciones universales, selectivas e indicadas, mediante el desarrollo de
habilidades y competencias necesarias para prevenir el consumo de drogas.
b) Fortalecimiento del Sistema Nacional de
Tratamiento, mediante intervenciones de calidad, integrales y basadas en
evidencia, que consideren el género, la edad, la vulnerabilidad y el contexto
cultural de las distintas poblaciones objetivo (6).
La Política del Sector
Salud para el Tratamiento de la Persona con Problemas Derivados del Consumo de
Alcohol, Tabaco y Otras Drogas en Costa Rica (1) y su plan de acción (6), se
encuentran articulados con la Política Nacional de Salud Mental 2012-2021 y el
Plan Nacional sobre Drogas, Legitimación de Capitales y Financiamiento al
Terrorismo 2013-2017 (actualizar a plan 2018-2022). La Política busca
posibilitar "el acceso de toda la población a la atención integral en
materia de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, en especial para aquellas
personas que están en mayor situación de vulnerabilidad y exclusión social"
(1).
Para esto cuenta con cuatro
lineamientos estratégicos que dirigen las acciones en materia de tratamiento
para las drogas, en términos de: disponibilidad y diversidad de servicios, que
sean gratuitos y asequibles para la población; acceso y uso de los servicios,
especialmente de personas en situación de vulnerabilidad; sostenibilidad del
Sistema Nacional de Tratamiento; y readecuación del modelo de tratamiento, como
proceso gradual, participativo y generador de cambios para el fortalecimiento
del Sistema Nacional de Tratamiento. La Política en mención debe concebirse
como parte fundamental de esta Estrategia, bajo el principio de puesta
en marcha de medidas integradas y coordinadas que buscan el desarrollo y
fortalecimiento de programas eficaces, integrados y basados en evidencia
científica (1).
La presente Estrategia
contempla las recomendaciones basadas en evidencia del Programa de Acción para superar
las Brechas de Salud Mental: Mejora y ampliación de la atención de los
trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias
(11) y del Enfoque de Salud Pública en las Políticas sobre
Sustancias Psicoactivas en Costa Rica (12).
Por otro lado, la Caja
Costarricense del Seguro Social, principal prestatario de servicios de salud en
el país define, en el Proyecto de Reforma del Sector Salud de 1993, que las
adicciones son uno de los problemas prioritarios de salud. Dicha declaratoria
fue posteriormente ratificada en el Plan de Atención a la Salud de las Personas
2001- 2006, y en el Modelo de Prestación de Servicios de Salud de la CCSS en el
año 2014 (3). Costa Rica cuenta con un amplio marco jurídico constituido por
diferentes leyes, decretos, resoluciones y convenios que norma el abordaje de
salud pública de la problemática de las drogas. La legislación vigente
contempla: la creación y reformas de las instituciones responsables de dar
respuesta al problema de las drogas (MS, IAFA, ICD, CCSS, IMAS); la asignación
de funciones según las competencias de cada institución, dentro y fuera del
sector salud; asuntos relativos a la igualdad de oportunidades para las
personas con discapacidad, incluidas aquellas con discapacidad por consumo de
sustancias y trastornos asociados; asignación presupuestaria proveniente de
cargas tributarias al licor y cigarrillos e incautaciones por tráfico de
drogas; el abordaje del problema de las drogas en la niñez, la adolescencia y
la persona joven; el abordaje de las personas en conflicto con la ley; las
normas para la habilitación, certificación y funcionamiento técnico de programas
especializados en tratamiento del consumo de alcohol y otras drogas;
ratificación de convenios con organismos internacionales (OMS, OPS, OEA, entre
otros) (Ver Anexo 1 Marco normativo).
El ICD ha identificado tres áreas problemáticas a
nivel país en el abordaje de salud pública del problema de las drogas: la
dificultad de acceso a servicios de calidad, con una importante ausencia de
servicios como el trabajo de calle, los albergues de noche, los centros de bajo
umbral y media complejidad, entre otros; la escasa o nula articulación entre
servicios, que ocasiona parcialización y fragmentación de las respuestas, así
como duplicidad de ofertas; y por último la existencia invisibilizada de
servicios que no cuentan con acreditación oficial, lo cual impide asegurar la
calidad de la atención prestada (3).
Por su parte el Ministerio de Salud y el IAFA
consideran que las limitaciones de financiamiento a los programas del sector
público en materia de drogas repercuten en la escasa disponibilidad de
servicios de tratamiento a nivel nacional. La limitación en el financiamiento
ha incidido además en la separación de los servicios de tratamiento y
rehabilitación a personas con problemas asociados al consumo de drogas, de la
atención general de salud, generando mayores limitaciones de acceso. A esto
contribuyen el estigma asociado al consumo y la falta de capacitación y
experiencia del personal de salud en el abordaje integral de las personas con
problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas (1)
Las limitaciones de acceso a servicios de
tratamiento, tanto públicos como privados, están directamente relacionadas con
la inequidad observada en la distribución geográfica, etaria y de género, de
los servicios (13). Además el estigma social vinculado con la enfermedad
adictiva y el nivel económico que ostenta la persona, inciden en la exclusión
de la persona del Sistema Nacional de Tratamiento.
El PND expone que la actual oferta de servicios de tratamiento
es reducida, así como la de los programas selectivos de prevención para la
población en riesgo (3). A este respecto, se identifica la necesidad de
desarrollar soluciones integrales para la población adulta y menor de edad con
trastornos por consumo de sustancias que se encuentran en situación de calle
y/o en conflicto con la ley, que actualmente no cuentan con servicios
aceptables para su plena recuperación y reintegración social.
Así mismo, la distribución geográfica de servicios
de internamiento es desigual; San José es la provincia con mayor acceso, con 39
establecimientos (públicos y privados) mientras que Guanacaste, cuenta
únicamente con cinco establecimientos convirtiéndose en la provincia con menor
acceso. Guanacaste y Puntarenas son las provincias en mayor desventaja, ya que
a la escasez de servicios de internamiento se suman características geográficas
de las provincias, obligando a la población a recorrer grandes distancias para poder acceder a la atención.
Destaca la existencia de únicamente dos servicios de internamiento para personas menores de edad, y un
único servicio exclusivo para población femenina; los cuales se encuentran en las provincias de San
José y Cartago y cuentan con un número limitado de camas (13).
Partiendo del contexto
costarricense actual, el Ministerio de Salud e IAFA señalan la necesidad de
contar con una alternativa comprensiva y flexible que permita responder a las
diversas necesidades de la población según su etapa de vida, el curso de su
trastorno y el contexto social en que se desenvuelven. Además hacen referencia
a la necesidad de establecer acciones estratégicas claras y mesurables, a
corto, mediano y largo plazo, que permitan articular la participación de los
distintos sectores gubernamentales, de empresa privada y de la sociedad civil
(1).
El ICD plantea a su vez
cuatro desafíos en materia de consumo de sustancias psicoactivas y su
tratamiento: el mejoramiento de la cobertura y la calidad de los servicios de
atención a personas consumidoras de drogas; el mejoramiento de los esfuerzos
dirigidos a población adulta por medio de acciones de prevención y atención
familiar y universitaria; la oferta de servicios de tratamiento, recuperación e
integración a personas consumidoras de drogas en conflicto con la ley; y la
promoción de la salud y el bienestar social de las personas menores de edad,
por medio de acciones preventivas (6).
1.2. Justificación
El escenario actual del
país identifica el consumo de sustancias psicoactivas como uno de los mayores
generadores de tensión en las relaciones socioculturales, económicas y
políticas. Según estimaciones del IAFA, 2 de casa 10 jóvenes menores de 18 años
ya han consumido alcohol y 1 de cada 10 ha ingerido más de 5 tragos, en cuanto
a tabaco 2 de cada 100 jóvenes menores de 18 años lo consumen, lo que contrasta
con el aumento en el uso de la marihuana, ya que las cifras indican que 5 de
cada 10 la consumen (14).
Estas son tan solo algunas
de las estadísticas que reflejan la necesidad de actuar en el tema del abordaje
del consumo de sustancias psicoactivas, el creciente aumento de consumo y
dependencia en la población representa un problema de salud pública, afecta al
individuo, a las familias y a la sociedad, manifestándose en la disminución del
bienestar físico, deteriorando el potencial de desarrollo y evidenciándose en
otros aspectos como la violencia e inseguridad.
El Ministerio de Salud como
ente rector en salud, ha estimado conveniente incorporar el enfoque de
determinantes de la salud en la política pública orientada a asegurar la
planificación e implementación articulada de las acciones estratégicas para el
abordaje del problema del consumo de sustancias psicoactivas. IAFA como ente
desconcentrado del Ministerio de Salud y rector en Prevención y Tratamiento en
Drogas incorpora la atención centrada en la persona y derechos humanos.
El desarrollo de sistemas
de atención más integrados y centrados en la persona tienen el potencial de
generar beneficios significativos para la salud y la atención sanitaria de
todas las personas, en particular una mejora del acceso a la atención, de la
salud y los resultados sanitarios y de la educación sanitaria y la
auto-asistencia, un aumento de la satisfacción con la atención, de la
satisfacción laboral de los trabajadores de la salud y de la eficiencia de los
servicios, y una reducción de los costos generales.
Por ello, se resalta la
necesidad de elaborar una estrategia nacional que incorpore el trabajo de
diferentes instituciones y sectores en torno a: la comprensión de los
trastornos asociados al consumo perjudicial y dependencia de sustancias
psicoactivas, la promoción de factores protectores y a la prevención de
factores de riesgo en diferentes ámbitos de la sociedad, así como acciones
enfocadas en la atención y recuperación de las personas que tienen problemas
derivados del consumo de sustancias psicoactivas.
l. Análisis de la situación
actual
1.1 Situación de consumo en
el país
Costa Rica tiene a su
disposición varios informes recientes sobre la situación actual del consumo de
drogas en el país. Entre ellos se cuentan el Informe de Situación Nacional
sobre Drogas y Actividades Conexas 2015 (15), la Encuesta Nacional de 2010
sobre consumo de drogas en Costa Rica (14), la IV Encuesta sobre consumo de
drogas en estudiantes de secundaria 2015 (16) y datos preliminares de la VI
Encuesta Nacional sobre consumo de drogas en población general de 2015 (17)
Además, se cuenta estudios internacionales tales como el ATLAS en Uso de
Sustancias (18), el Estudio sobre Carga de Enfermedad de 2013 (19) y el Informe
del Uso de Drogas en las Américas de 2015 (20).
Al día de hoy, en Costa
Rica existen limitaciones en cuanto a la disponibilidad de datos
epidemiológicos sobre la carga de enfermedad atribuible al uso de sustancias
psicoactivas. Dichas limitaciones de información son especialmente evidentes en
materia de datos sobre la discapacidad relacionada con el consumo. Además, los
datos actualizados en materia de prevalencia de uso, mortalidad y morbilidad
relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas no siempre están
disponibles de manera oportuna para la toma de decisiones por los diferentes
actores de interés. Dado que las intervenciones efectivas en materia de
prevención, atención y recuperación varían según el tipo de droga, es necesario
comprender mejor el fenómeno de uso de estas sustancias para poder dar
respuesta oportuna a las necesidades de la población {18). A su vez, la brecha
de información epidemiológica limita la capacidad del país para posicionar el
tema del consumo de las drogas como un problema de salud pública y para tomar
decisiones basadas en evidencia. El fortalecimiento del Sistema de Vigilancia
de la Salud en la recopilación, monitoreo y análisis de datos es urgente para
la toma decisiones basadas en evidencia.
Gráfico 1 Niveles de
Prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas en población general de 12 a 70
años.
Encuestas nacionales sobre
consumo de drogas en población general, Costa Rica, 1990, 1995, 2001, 2006,
2010,2015

Como se observa en la gráfica anterior, según
datos aportados por el Proceso de Investigación del Instituto sobre Alcoholismo
y Farmacodependencia, el nivel de prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas
en población general de 12 a 70 años en el año 2015, para el último mes es del
27.9%, presentando un aumento del 7.4% comparado con el año 2010. La diferencia
según sexo también se evidencia en la prevalencia de consumo activo de alcohol
en población general en Costa Rica; datos preliminares revelan un 34.9% de
prevalencia de consumo en población masculina versus un 20.7% en población
femenina (17).
En estudiantes de secundaria (16) la
prevalencia de consumo de alcohol es de 19,5%, manteniendo la tendencia
observada en población general. No obstante, en este grupo poblacional la
prevalencia de consumo activo de marihuana es de 4,9%, superando en 2,5 puntos
porcentuales el consumo activo de tabaco cuya prevalencia es de 2,4% (16). Los
datos evidencian una tendencia de mayor consumo de marihuana en población joven
que debe ser atendida de manera oportuna.
La carga de enfermedad atribuible al consumo
de sustancias psicoactivas puede medirse en términos de Años de Vida Perdidos
(AVP) debido a mortalidad prematura, Años de Vida Perdidos por Discapacidad
(AVPD) y Años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD). Aunque no existen
datos locales en materia de AVP, AVPD o AVAD, los datos del Estudio por Carga
de Enfermedad de 2013 del Institute for Health Metrics and Evaluation (19)
indican que en Costa Rica pueden atribuirse 1,091.5 AVP a trastornos por
consumo de drogas ilícitas (22.4 AVP/100.000 hab.), mientras que 1,840. 17 AVP
son atribuibles a trastornos por consumo de alcohol (37.77/100.000 hab).
Los datos evidencian que en Costa Rica muchas
más personas pierden años de vida por consumo de alcohol que por consumo de
drogas ilícitas (19). Por su parte, los AVAD atribuibles a trastornos por
consumo de alcohol y drogas son una medida de carga de enfermedad que
cuantifica la mortalidad y la morbilidad debido al uso problemático de alcohol
y drogas ilícitas que permite conocer el impacto, en términos de discapacidad,
que tiene el consumo de estas sustancias en el potencial de las personas de
vivir una vida saludable hasta la vejez (18).
En contraposición a los indicadores de
mortalidad, se atribuyen 188.3 AVAD por cada 100.000 habitantes (9,172.81 AVAD)
a trastornos por consumo de drogas, mientras que 147.5 AVAD por cada 100.000
habitantes (7,186.1 AVAD) son atribuibles a trastornos por consumo de alcohol;
colocando el consumo de drogas ilícitas como principal factor de riesgo para la
discapacidad, por encima del alcohol.
Específicamente, se atribuyen 43.2 AVAD/100.000hab. (2.105,4 AVAD) a
trastornos relacionados con el consumo de opioides; 40 AVAD/100.000 hab.
(1,947.78 AVAD) a trastornos relacionados con el consumo de cocaína; 23.5
AVAD/hab. (1,143.01 AVAD) a trastornos relacionados con el consumo de
anfetaminas; y 2.5 AVAD 100.000/ hab. (121.48 AVAD) a trastornos relacionados
con el consumo de marihuana (19). Los datos evidencian la necesidad urgente de
desarrollar acciones dirigidas a disminuir las tasas de discapacidad causadas
por el consumo de sustancias psicoactivas lícitas e ilícitas.
La edad media de inicio de consumo varía
según la sustancia y el grupo poblacional (21,22,26). En población general, los
datos preliminares indican una edad media de inicio de consumo de 16,4 años
para tabaco, 18 años para alcohol, 18,3 para marihuana, 20,1 para cocaína y
20,9 para crack (17). Se evidencia además que la población masculina inicia el
consumo de tabaco, alcohol y marihuana a edades más tempranas que la población
femenina; la tendencia se invierte para el inicio de consumo de cocaína y
crack, sustancias para las que se observa una edad de inicio más temprana en
población femenina (21).
En estudiantes de secundaria la edad media de
inicio en consumo varía con respecto a los estudios en población general,
revelando edades de inicio mucho más tempranas. Datos del IAFA del año 2015
(16) indican que la edad de inicio de consumo es de 13,3 años para tabaco, 13,6
para alcohol, 13,9 para crack, 14,1 para cocaína y 14,2 para marihuana. Estos
datos evidencian que en materia de drogas lícitas, el consumo inicia mucho
antes de la edad permitida. Además, se demuestra el inicio de consumo de drogas
ilícitas a edades muy tempranas.
El fumado en adultos según datos de la
Encuesta Global de Tabaco en Adultos (GATS) 2015 (22) es de 8,9%, 13,4 % en los
hombres y 4,49% en mujeres. Por otra parte, la encuesta pone en evidencia que
el consumo actual de tabaco en general es de 9.1% %, lo que representa 300 mil
adultos. En el 2015 un 73,0% de fumadores actuales planearon o pensaron dejar
de fumar. El 6,3% de adultos quienes trabajan en espacios cerrados estuvieron
expuestos al humo de tabaco en su lugar de trabajo. Un 4, 9 % de adultos estuvieron
expuestos al humo de tabaco en su hogar. Un 7, 9 % de adultos quienes visitaron
restaurantes en los últimos 30 días, estuvieron expuestos al humo del tabaco.
Además, destaca que el gasto promedio de
cigarrillos por mes fue de 19.370.00 colones. La Encuesta Nacional de Drogas en
Población Secundaria (16) indica que la edad media de inicio en consumo es 13,7
años. Aproximadamente 42 de cada mil estudiantes han iniciado el consumo de
tabaco durante el último año y el promedio diario consumido por dicha población
es de 5,2cigarrillos.
La VI Encuesta Nacional sobre consumo de
drogas en población general de 2015 (17) contempla la demanda potencial de
tratamiento por consumo de alcohol, marihuana, cocaína, crack, disolventes
volátiles, heroína, alucinógenos, éxtasis y otras drogas sintéticas. Sus datos
preliminares indican que la demanda potencial de tratamiento por consumo de
sustancias psicoactivas en población de 12 a 70 años es de 11,3%, siendo 8.5%
por consumo de alcohol y 2.8% por consumo de sustancias ilícitas (17). De
acuerdo con estos datos un total de total 422.921 personas se consideran como
"necesitadas de tratamiento" por consumo de sustancias psicoactivas
(17), el equivalente a la sumatoria de proyección de población total en la provincia
de Guanacaste y el cantón de Guácimo para el año 2016 (23).
En Costa Rica el alcohol es la principal
sustancia psicoactiva por la cual se consulta a los servicios de salud
dirigidos a población con trastornos relacionados con el consumo de sustancias
psicoactivas lícitas e ilícitas (21) Durante los años 2013, 2014 y 2015, el
alcohol, el alcohol más otra droga (marihuana, cocaína o crack), la marihuana y
el crack, fueron en orden jerárquico las sustancias psicoactivas por las que
más atenciones se brindaron en servicios del IAFA (21). En cambio, las ONG
acreditadas por el IAFA, cuyos servicios son en su mayoría de tipo residencial,
brindaron atenciones fueron principalmente por trastornos relacionados con consumo de
alcohol, seguido por trastornos por consumo de crack y marihuana
(21).
No se cuenta con datos exactos acerca de la totalidad de atenciones por
consumo de sustancias en servicios de la CCSS durante estos años.
Adicionalmente se evidencia que muchas de las personas que consultan por una
droga principal, reciben también atención por el consumo de una droga
secundaria; ejemplo de esto son las personas atendidas por consumo de crack
como droga principal, para quienes se reporta consumo problemático de marihuana
en un 40% de los casos y consumo problemático de alcohol en un 36% de los
casos. El abordaje de las personas poli consumidoras exige una respuesta
integral que va más allá de la sustancia y se enfoca en la enfermedad adictiva
(14). Adicionalmente, la adherencia al tratamiento varía según la sustancia principal
por la que se consulta, el perfil de la persona que requiere tratamiento y sus
recursos de apoyo.
Datos de lCD indican que la edad modal de los pacientes en tratamiento
por trastornos relacionados con el consumo de alcohol es de 48 años (10). De la
totalidad de las personas en tratamiento, se estima que el 67% es dado de alta
por cumplimiento del programa, mientras que 29% abandona el proceso terapéutico
(10). Destaca la alta tasa de recaídas en esta población, ya que más del 50% de
la población que completa satisfactoriamente su tratamiento, reingresa al
programa (10). Además, de las personas que se encuentran en tratamiento por
trastornos debido al consumo de alcohol como droga principal, se ha
identificado que el 36% consume crack como droga secundaria, 35.2% cocaína y
25,4% marihuana. El lCD (15) enfatiza que más de la mitad de los recursos
destinados al abordaje de los problemas derivados del consumo de sustancias
psicoactivas, son utilizados en servicios para personas en situación de consumo
de alcohol, sustancia con la mayor prevalencia de consumo a nivel nacional.
Los trastornos por consumo de marihuana ocupan el segundo lugar en la
prestación de servicios de IAFA y el tercero en ONG (21). Datos de lCD (10)
indican que la edad modal de inicio de tratamiento de esta población es de 15
años, momento en el cual el 86% de las personas en tratamiento no se encuentra
inserto en el sistema educativo y el 55,7% no ha completado los estudios
primarios. El nivel de escolaridad de las personas repercute en su pronóstico
de recuperación posterior al tratamiento, ya que la baja escolaridad crea
dificultades para la integración al mercado laboral; la reincorporación social
de la persona es esencial en su proceso de recuperación y la ausencia de la
misma ocasiona círculos viciosos de recaídas (15).
La baja escolaridad en la población en
tratamiento por consumo de marihuana evidencia la necesidad de establecer
mecanismos para la reincorporación de esta población al sistema educativo, con
el fin de mejorar sus posibilidades para un futuro libre de consumo y de
inserción social y laboral. Por último, destaca la disminución del 10% en la
tasa de abandono a los programas de tratamiento acreditados por IAFA, pasando
de 68% en 2013 a 58% en el 2014, con un 32% de egresos por cumplimiento del
programa (15).
Las personas consumidoras de crack, tercera
droga motivo de consulta a los servicios de salud acreditados por IAFA y
segunda en servicios de ONG, presentan una edad modal de inicio de tratamiento
de 24 años (10). Destaca que el 65.5% de las personas atendidas por consumo
problemático de crack cuentan con estudios máximos a nivel de primaria. Las
personas atendidas por consumo problemático de crack son las que presentan la
más baja adherencia al tratamiento, observándose un 69% de abandono del
programa y un 23% de alta terapéutica por cumplimiento 15).
1.2 Oferta de servicios del Sistema Nacional de Tratamiento
En Costa Rica, la oferta de servicios de
tratamiento a personas con trastornos mentales y del comportamiento debidos al
consumo de sustancias psicoactivas, se encuentra dividida entre el sector
público y el sector privado. La oferta de servicios de salud existente no es
suficiente para cubrir la demanda de a nivel nacional. Además, se observan
barreras en el acceso a la atención según el tipo de servicio, ya que el sector
público presta en su mayoría servicios de tipo ambulatorio, con únicamente dos
servicios de internamiento, mientras que las ONG (con y sin fines de lucro) y
clínicas privadas ofertan en su mayoría servicios residenciales de corta y
larga estancia (1,13). Del 100% de servicios residenciales existentes, el IAFA
y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ofertan un 13% de los
servicios, mientras que las ONG dedicadas al tratamiento de personas con trastornos
por consumo de sustancias ofertan el 87% restante. Evidenciando el importante
rol que juega el sector privado en la prestación de servicios para esta
población.
Desde el año 2012 se trabaja en la
consolidación del Sistema Nacional de Tratamiento en materia de consumo de
sustancias psicoactivas, conformado por instancias gubernamentales (IAFA, CCSS
y Programas de tratamiento y rehabilitación en el ámbito laboral y en el
Sistema Penitenciario) y ONG y clínicas privadas dedicadas al tratamiento y rehabilitación
de personas con problemas asociados al consumo de drogas, que han sido
debidamente certificadas por el IAFA. A pesar de estos esfuerzos, actualmente
el país no cuenta con acceso universal garantizado a servicios de tratamiento y
rehabilitación, la oferta de servicios específicos para poblaciones
prioritarias es baja (1).
Datos del IAFA (21) indican que en 2015 se
atendieron a 17.741 personas en servicios de IAFA, de las cuales el 76%
correspondió a población masculina. Se brindaron un total de 72.281 atenciones
en IAFA, para un total de 4,1 atenciones por paciente. En el mismo año las ONG
realizaron 5.296 atenciones, no obstante, se desconoce el dato del número de
personas atendidas así como el número de atenciones por paciente.
A su vez, se desconoce el número real de
personas que consultaron los servicios de la CCSS por problemas relacionados
con el consumo de sustancias psicoactivas así como el número de atenciones
brindadas, ya que al reportarse únicamente el diagnóstico principal de consulta
existe un importante sub-registro de estos casos (24). La diferencia en el
número de atenciones puede deberse al tipo de servicios prestado. Esto porque
que las ONG, aunque superan en número los establecimientos de IAFA, prestan
servicios residenciales de corta y larga estancia a un reducido número de
pacientes, mientras que los servicios de IAFA son en su mayoría ambulatorios.
La CCSS es el principal prestatario de
servicios de salud a nivel nacional, y brinda servicios a la población a través
de su red de servicios. En el primer nivel de atención, la red cuenta con 1097
Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (EBAIS), 743 puestos de visita
periódica en zona rural y 104 Áreas de Salud. Dichos establecimientos realizan
acciones de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, curación y
rehabilitación de baja complejidad. En el segundo nivel de atención se cuenta
con 10 clínicas, 7 hospitales regionales y 13 hospitales periféricos
responsables de apoyar al primer nivel mediante la prestación de servicios
preventivos, curativos y de rehabilitación de mayor complejidad y especialidad.
El tercer nivel de atención corresponde a la prestación de servicios curativos
y de rehabilitación de la más alta especialización y complejidad y actualmente
cuenta con 3 hospitales nacionales y 6 hospitales especializados.
A pesar de contar con una amplia oferta de
servicios de salud que alcanza el 96% de cobertura a nivel nacional, la CCSS ha
evidenciado limitaciones para brindar la prestación de servicios específicos
para la atención de la población con trastornos derivados del consumo de
sustancias psicoactivas. Destacan carencia de suficiente recurso humano
capacitado para implementar un sistema de atención con cobertura a nivel local,
regional y nacional (13) y la baja oferta de servicios de internamiento en
hospitales no especializados (1). Estos elementos constituyen una importante
barrera en la implementación de actividades de recuperación, rehabilitación y
reinserción social de la población con problemas relacionados con el consumo de
sustancias psicoactivas que requieren de servicios que trascienden la atención
ambulatoria (1).
En el tercer nivel de atención, el Hospital
Nacional Psiquiátrico Manuel Antonio Chapuí cuenta con el Programa Nuevos
Horizontes, el cual presta servicios de desintoxicación a personas menores de
edad consumidores de sustancias psicoactivas por medio de un internamiento de
corta estancia. El programa cuenta con 30 camas distribuidas equitativamente
entre población femenina y masculina (24). Posterior a la etapa de
desintoxicación, los usuarios de este programa son referidos a otras
instancias, ya sea públicas o privadas, para su proceso de recuperación.
Adicionalmente, en el segundo nivel de atención se han establecido 27 de
Clínicas de Cesación de Fumado, enfocadas en el tratamiento a la adicción al
tabaco; y se han impulsado iniciativas aisladas de programas de atención a
población con problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas
en algunos hospitales nacionales y regionales, tales como el Hospital Blanco
Cervantes y el Hospital William Allen de Turrialba (1). Por su parte en el
primer nivel de atención se realizan intervenciones de tipo consejo breve para
personas con trastornos relacionados con el consumo de alcohol y tabaco.
Para hacer frente a las barreras
identificadas, en el año 2014, la CCSS inició la capacitación del personal
médico de primer y segundo nivel de atención en el Programa mhGAP (11) y su
guía de intervención mhGAP-IG (25) con la finalidad de aumentar la capacidad de
los servicios de salud de la CCSS para reducir la carga de los trastornos
mentales, neurológicos y relacionados con el consumo de sustancias.
El Programa y su guía de intervención cuentan
con amplia evidencia científica sobre la eficacia de las intervenciones para
los trastornos debidos al consumo de sustancias. Además, en seguimiento a lo
estipulado en el PND, la CCSS y el IAFA trabajan en acciones para el
fortalecimiento de 1 a detección, atención y seguimiento de las personas con
trastornos mentales, del comportamiento y consumidoras de sustancias
psicoactivas (3).
En cumplimiento a los objetivos del PND, en
2016 la CCSS ha iniciado con la implementación de los Equipos
Interdisciplinarios en Salud Mental (EISAM) con el fin de ampliar la oferta de
servicios en el primer nivel de atención, y las gestiones para el
establecimiento de camas de psiquiatría en hospitales generales que puedan ser
utilizadas para atender a la población farmacodependiente. Por último, destaca
que la CCSS y el IAFA cuentan con un convenio de cooperación que busca
establecer proyectos y acciones conjuntas para el abordaje integral de las
personas consumidoras de sustancias psicoactivas (1).
El IAFA tiene a su cargo la dirección
técnica, el estudio, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de la
adicción al alcohol, el tabaco y otras drogas lícitas o ilícitas. Además, es
responsable de coordinar y aprobar todos los programas tanto públicos como
privados relacionados con sus fines; y de gestionar la suspensión o el cierre
de programas, si éstos incumplen los lineamientos establecidos para la oferta
de diversos servicios de promoción de la salud, prevención del consumo,
tratamiento y rehabilitación (26).
Desde su creación, el IAFA ha asumido la
atención de salud de las personas con problemas derivados del consumo de
sustancias psicoactivas, enfocándose en la atención a nivel ambulatorio.
Actualmente IAFA no cuenta con programas residenciales de rehabilitación y
reinserción social con cobertura nacional. El Instituto presta servicios de
tratamiento en sus oficinas centrales, ubicadas en San Pedro de Montes de Oca,
en la provincia de San José. Entre los cuales se cuentan: el Proceso de
Atención a Pacientes, que brinda servicios ambulatorios de orientación,
desintoxicación ambulatoria y consulta externa para la población en general; y
el Centro de Atención Integral para Personas Menores de Edad, el cual brinda
atención exclusiva para niños, niñas y adolescentes con trastornos por consumo
de sustancias psicoactivas por medio de servicios de valoración, un centro
ambulatorio intensivo y un centro residencial dotado de 24 camas. Dicho centro
cuenta con apoyo de la CCSS, el MEP, el PANI y el Ministerio de Trabajo a
través de DESAF.
Además, el IAFA cuenta con ocho Centros de Atención
Integral en Drogas conocidos como CAID, que se encuentran ubicados fuera de San
José, en Cartago, en el Cantón Central; Alajuela, en San Ramón y San Carlos;
Puntarenas, en el Cantón Central, Aguirre y Coto Brus; Guanacaste, en Santa
Cruz y Limón en el Cantón Central. Los CAID brindan servicios ambulatorios de
diagnóstico y tratamiento integral a personas que presentan algún tipo de
consumo de sustancias psicoactivas, así como orientación, educación e
intervención terapéutica, a sus familiares o red de apoyo (1, 27).
En Costa Rica el sector privado es un
importante aliado en el aseguramiento del acceso a servicios de salud para
población con problemas asociados al consumo de drogas. Al 30 de mayo de 2016,
se cuentan 59 ONG's (con y sin fines de lucro) y clínicas que brindan servicios
de tratamiento y rehabilitación en todo el territorio nacional y cuyos programas han sido
debidamente acreditados por el IAFA. Entre estos
se encuentran distintas sedes del programa Hogar Salvando al Alcohólico y Farmacodependiente,
albergues para adultos mayores, programas residenciales de desintoxicación, programas
residenciales de rehabilitación, programas no residenciales, programas diurnos
asistenciales y programas de prevención (28).
En algunos casos, las personas necesitadas de tratamiento pueden tener
una subvención por parte del Estado (Consejo Nacional de las Personas con
Discapacidad, Patronato Nacional de la Infancia, Junta de Protección Social,
Instituto Mixto de Ayuda Social, entre otros) para cubrir los costos de la
atención requerida. No obstante, cuando la persona no cumple los requisitos
para dicho apoyo, el costo debe ser asumido por el usuario del servicio o sus
familiares, lo cual representa una importante barrera de acceso a los
servicios.
Con el fin de asegurar la calidad de la atención, el IAFA ha sido
designado como ente responsable de la regulación de los servicios privados en
materia de tratamiento y rehabilitación a personas con problemas asociados al
consumo de drogas. Para esto, cuenta con la "Norma para la aprobación del
funcionamiento técnico de los programas especializados en tratamiento del
consumo de alcohol y otras drogas" y las "Normas mínimas para el
funcionamiento de los servicios de atención a las personas menores de edad, con
problemas derivados del consumo de sustancias psicoactivas". Ambas
normativas son de acatamiento obligatorio y especifican los requerimientos en
términos de calidad, igualdad, accesibilidad y seguridad, necesarios para la
habilitación por parte del Ministerio de Salud y la aprobación por parte del
IAFA. Además, estas organizaciones son objeto de asesoría, capacitación técnica
y apoyo financiero de parte del IAFA. En el año 2014, 24 ONG acreditadas
recibieron apoyo financiero por parte del Instituto (1,27).
II. Marco referencial
La Estrategia toma como
punto de partida la definición de salud mental para Costa Rica según la
Política Nacional de Salud Mental 2012-2021 (PNSM), en la cual se entiende
salud mental como un proceso de bienestar y desempeño personal y colectivo
caracterizado por la autorrealización, la autoestima, la autonomía, la
capacidad para responder a las demandas de la vida en diversos contextos:
familiares, comunitarios, académicos, laborales y disfrutar de la vida en
armonía con el ambiente (5).
Por tanto, es importante comprender que la salud mental de las personas
está determinada por diferentes factores, como los biológicos, ambientales,
emocionales, culturales, socioeconómicos y los sistemas y servicios de salud,
determinantes que también intervienen en el desarrollo de la salud mental de la
población (5). los determinantes sociales de la salud (2) son factores
fundamentales para el abordaje integral de las personas con problemas
relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas.
Según el modelo de producción social de la Salud Mental de la PNSM (5),
basado en Lalonde 1974, indica que los determinantes de la salud se agrupan en
cuatro categorías: determinantes biológicos; ambientales; sociales, económicos
y culturales; y determinantes relacionados con sistemas y servicios de salud.
De ahí que la presente estrategia contemple de manera transver5al estos
determinantes, dentro de sus ejes y áreas estratégicas.

La OPS por su parte (25) define los determinantes sociales de la salud
como aquellas circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan
y envejecen, así como los sistemas establecidos para combatir las enfermedades;
dichas circunstancias se ven afectadas por un conjunto de fuerzas económicas,
sociales, normativas y políticas. los determinantes de la salud incluyen
factores personales tales como la clase social, el género, la etnicidad, el
acceso a educación, la calidad de la vivienda, la presencia de relaciones de
apoyo; así como factores comunitarios tales como el nivel de participación
social y cívica, y la disponibilidad de trabajo (26). Factores que han
demostrado estar vinculados con factores de riesgo para diferentes
enfermedades, tales como los trastornos por consumo de sustancias psicoactivas
(25).
Al comprender que el proceso de salud-enfermedad es continuo, no es
estático y que evoluciona con el tiempo, La Estrategia plantea un abordaje
integral que inicia con la promoción de la salud, entendiendo ésta como los
procesos que permiten a las personas incrementar el control sobre su propia
salud (26). La promoción de la salud se pone en práctica mediante la acción y
la abogacía para abordar los determinantes de la salud, haciendo uso de
enfoques participativos en los que los individuos, organizaciones, comunidades e
instituciones colaboran para crear condiciones que garanticen la salud y
bienestar para todas las personas (29,30).
La promoción de la salud abarca diferentes tipos de acciones, tales como
la conformación de políticas públicas saludables, la creación de ambientes de
apoyo, el fortalecimiento de las acciones comunitarias, el desarrollo de
habilidades personales, y la reorientación de los servicios de salud (26).
Aunque la promoción se centra en los determinantes de la salud y la prevención
se enfoca en las causas de las enfermedades, la promoción de la salud y la
prevención de la enfermedad son actividades complementarias que se relacionan y
superponen (29,31,32).
Las acciones para la prevención abarcan aquellas medidas locales,
regionales, nacionales e internacionales destinadas a reducir la incidencia de
una enfermedad o trastorno, su prevalencia, su recurrencia, el tiempo vivido
con síntomas, el riesgo de desarrollar un trastorno asociado, prevenir o
retardar las recaídas y disminuir el impacto en la persona, su familia y
sodedad. (30).
Desde el enfoque de salud pública impulsado por la OMS (31,33) la
prevención puede ser de tipo primaria, secundaria o terciaria, según el
objetivo establecido para la acción. La prevención primaria busca prevenir la
aparición de la enfermedad en sí misma y se puede subdividir en prevención
universal, selectiva o indicada, según la población a la que esté dirigida.
La prevención primaria universal busca realizar acciones dirigidas al
público general o a un grupo poblacional como un todo; la prevención selectiva
se enfoca en individuos o subgrupos en riesgo de desarrollar un trastorno o
enfermedad; y la prevención indicada busca enfocarse en acciones dirigidas a
personas con alto riesgo de desarrollar el trastorno o enfermedad.
Por su parte, la prevención secundaria se
enfoca en la severidad del trastorno o enfermedad, por lo que busca realizar
acciones para reducir prevalencia; mientras que la prevención terciaria busca
realizar intervenciones para reducir la discapacidad, así como toda forma de
rehabilitación y prevención de recaídas (30). De manera que esta Estrategia
fomenta la implementación de acciones preventivas del consumo de sustancias
psicoactivas que vayan dirigidas a población libre de consumo, pero también a
aquellas personas que ya han desarrollado un trastorno y para las cuales es
posible reducir su severidad, curso, duración y discapacidad asociada por medio
de acciones preventivas implementadas durante el curso de la enfermedad.
La Atención Primaria de Salud (APS) es
reconocida como un componente clave de los Sistemas de Salud debido a su
impacto sobre la salud y desarrollo de la población, por lo que se coloca como
eje central del abordaje integral de las personas con problemas relacionados
con el consumo de sustancias psicoactivas desarrollado en esta Estrategia.
Desde la Conferencia de Alma Ata (34), la APS se define como "la
asistencia esencial, basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente
fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y
familias de la comunidad mediante su plena participación, y a un costo que la
comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su
desarrollo, con espíritu de auto responsabilidad y autodeterminación'(35).
Desde su concepción, la APS ha sobrellevado
una renovación conceptual y actualmente se enfoca en que los Sistemas de Salud
sean comprendidos como conjuntos que involucran diferentes sectores, tanto
públicos como privados, con y sin fines de lucro (35). Por último, se descarta
la idea de que los equipos de trabajo de APS sean definidos según un tipo
específico de recurso humano en salud, sino más bien de acuerdo con los
recursos disponibles en cada país, las preferencias culturales y la evidencia
(35).
Además adopta el término recuperación,
"que comprende la promoción deí derecho al empleo, la vivienda y la
educación' (7) como parte del abordaje integral de las personas con problemas
derivados del consumo problemático de sustancias psicoactivas.
2.1 Principios y enfoques
En adherencia a los principios orientadores de la
Política Nacional de Salud (4), de la Política del Sector Salud para el
Tratamiento de la Persona con Problemas Derivados del Consumo de Alcohol,
Tabaco y Otras Drogas en Costa Rica y principalmente
la Política Nacional de Salud Mental 2012-2021 (1,5} la presente Estrategia adopta e incorpora los
siguientes principios y enfoques.
Principios de la Estrategia
Equidad
Todas las personas tienen
una oportunidad justa para lograr plenamente su potencial en salud, y de un
modo más pragmático, que ninguna persona debe estar discriminada, para lograrlo
en la medida que ello sea posible.
Universalidad
Que el Estado garantice a
todas las personas sin distinción alguna basada en el sexo/género, edad, clase
socioeconómica, cultura, entre otros, el acceso al sistema de salud con
calidad.
Solidaridad
Principio o valor, a través
del cual las personas se sienten y reconocen unidas y compartiendo las
obligaciones, intereses e ideales y conformando además uno de los pilares
fundamentales sobre los que se asienta la ética moderna.
Igualdad sustantiva
Significa y exige
tratamiento no discriminatorio, es decir, un tratamiento que redunde en el goce
pleno de los derechos humanos por ambos géneros. Reconoce que mujeres y hombres
tienen iguales derechos y
oportunidades, y considera a ambos libres para
desarrollase, tomar decisiones y participar en la medida de sus posibilidades e
intereses, en todas las esferas de la vida pública y privada. Este principio implica,
proveer un trato y un tratamiento igual o distinto a mujeres y hombres según
las desigualdades que enfrentan.
Ética
La ética analiza, orienta y
dictamina las acciones y procedimientos, encauza el respeto a la dignidad,
integridad, autonomía y protección de todas las personas, al logro de bienestar
humano y la justicia social.
Calidad y calidez
Es la capacidad del sistema
de salud que garantiza y asegura soluciones satisfactorias a las necesidades de
las personas y grupos sociales, ofreciéndoles los mayores beneficios y
disminuyendo riesgos de enfermar y /o enfrentar la muerte.
Autonomía
Es la capacidad de
controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca
de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias, así como de
desarrollar las actividades básicas de la vida diaria.
Enfoques de la Estrategia
Derechos Humanos
Son los derechos inherentes
a la persona humana y a su dignidad, que tienen como fin garantizar la
igualdad, dignidad, justicia social y libertad para todas las personas sin
discriminación alguna. De acuerdo con los tratados internacionales y las leyes
de la República, el Estado está obligado a respetar y cumplir lo consignado en
estos derechos, en este caso específico garantizar el derecho a la salud, al
acceso y a la calidad de los servicios.
Género
Reconoce la existencia de
brechas de oportunidad que socialmente se han construido entre hombres y
mujeres, se toma en cuenta las particularidades de cada género y las
implicaciones sociales que estas particularidades conllevan. Por lo tanto, las
acciones las tomadas a partir de la estrategia tenderán a reducir las dichas
brechas, promoviendo ambientes no discriminativos.
Diversidad
Es el reconocimiento de la
especificidad de necesidades de todas las personas. El respeto de la diversidad
permite la valoración integral de la persona independientemente del sexo, edad,
etnia, nacionalidad, orientación sexual e identidad de género, entre otras
características, contribuyendo así a la conservación de su salud mental.
Integración
Es la posibilidad real de
involucrar a todos los actores sociales en un espacio geográfico poblacional
determinando, para desarrollar alianzas estratégicas que les permitan
solucionar los problemas de desarrollo y bienestar.
Inclusión Social
Es la condición en la que
se reconocen los derechos, deberes, igualdades y equidad en el acceso a bienes
y servicios, a las personas y grupos sociales en situación de desventaja y vulnerabilidad,
sin distinción alguna. Una persona o grupo social incluido, significa que está
integrado social e institucionalmente en las redes creadas por la sociedad,
abarcando las dimensiones: política, económica, laboral, social y cultural.
Participación activa
El estado de salud mental
de una población sólo puede ser protegido y mejorado mediante la movilización
sinérgica de los actores sociales hacia ese fin, para lo cual se requiere una
acción concreta y eficaz en el establecimiento de prioridades, la adopción de
decisiones, la planificación de estrategias y su implantación. Implica el
desarrollo de la capacidad, habilidad y oportunidad de los actores sociales, de
participar activamente en los procesos de toma de decisiones y en la ejecución
de acciones de manera informada, competente y estratégica. Una participación
social efectiva, se da cuando la comunidad interviene estrechamente en los
procesos económicos, sociales, culturales y políticos que afectan sus vidas,
como una acción colectiva, deliberativa, democrática y concertada de las
personas, los grupos sociales y sus organizaciones.
Desarrollo humano
sostenible
Es el reconocimiento de la
responsabilidad del estado de generar condiciones para el bienestar y
desarrollo de las personas en un contexto de sostenibilidad ambiental, social,
y económica.
Evidencia científica y
buenas prácticas
Es el fundamento para la
definición de políticas, estrategias e intervenciones para la promoción,
prevención, tratamiento y rehabilitación en salud mental, así como para la
evaluación de las políticas y la planificación. La
investigación brinda conocimientos sobre los que se
puede basar las políticas y las acciones en la mejor evidencia disponible y en
las mejores prácticas en salud mental lo que permite la toma de decisiones
oportuna. Además, con la obtención de buenos datos estadísticos y
epidemiológicos se puede hacer una mejor planificación y análisis
presupuestario de las acciones, permitiendo el uso racional de los recursos
tecnológicos, financieros y humanos.
III. Marco metodológico
Para la elaboración de la
presente Estrategia, se pueden identificar cinco etapas principales, la etapa
preparatoria y de diagnóstico, la etapa de formulación, la etapa de validación,
la de oficialización, etapa de ejecución del Plan de Acción de la Estrategia y
finalmente la de seguimiento. Las cuales se describirán en este apartado.
Además, es importante reconocer a la Secretaría Técnica de Salud Mental,
instancia adscrita al despacho ministerial, como la encargada de dar seguimiento,
monitoreo y evaluación a dicha estrategia, en conjunto con el Consejo Nacional
de Salud Mental e IAFA.
3.1 Etapa preparatoria y de
diagnóstico
Durante esta fase se identificó
la necesidad de construir una estrategia que abordara los cuatro determinantes
de la salud definidos en la PNSM (5), desde un enfoque de salud pública. Las
acciones
políticas más recientes en el tema de sustancias
psicoactivas fue en el 2012 con la Política del Sector Salud para el
Tratamiento de la Persona con Problemas Derivados del Consumo del Alcohol,
Tabaco y otras Drogas en Costa Rica y la Política Nacional sobre Drogas:
Legitimación de Capitales y Financiamiento al terrorismo 2013-2017, la primera
se refiere hacía el tratamiento de las personas con problemas derivados del
consumo de sustancias psicoactivas y la segunda hacía el control de la oferta y
el tráfico ilícito de las drogas.
Por tanto, se reconoce la
necesidad de ampliar el ámbito de acción e involucrar a las instituciones que
forman parte del Sistema Nacional de Salud para un abordaje integral del
consumo de sustancias psicoactivas, contemplando no solo el tema de la mejora
de los servicios y la calidad del tratamiento y atención para las personas que
presentan dependencia o consumo dañino de sustancias psicoactivas, sino también
la promoción y prevención; la vigilancia, monitoreo, evaluación e
investigación; y el fortalecimiento de la gobernanza por medio de alianzas
estratégicas interinstitucionales e intersectoriales que reúnan los esfuerzos
hacía el abordaje integral del problema identificado.
Dado lo anterior se
conforman los equipos políticos y técnicos para la formulación de la
estrategia. El equipo político lo conforman en primera instancia
el máximo jerarca del Ministerio de Salud o a quién este designe,
el Director General del IAFA. El equipo técnico lo conformó el personal
profesional de la STSM, profesionales del IAFA, junto con asesores y
consultores de la OPS/OMS Costa Rica. Además de estos equipos, se desarrolla el 10 de
junio del 2016 una Sesión de Consulta Nacional con el fin de mejorar la
propuesta, alcanzar acuerdos y asegurar su puesta en práctica, se convoca a los
distintos actores gubernamentales involucrados a un proceso
participativo la sesión contó con la participación de aproximadamente
40 tomadores de decisiones, en calidad de representantes de las diferentes
instituciones gubernamentales involucradas en el abordaje de
salud pública del problema de las sustancias psicoactivas, entre las que
se contaron con representantes de Ministerio de Salud, Instituto sobre
Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), Instituto Costarricense
de Drogas (ICD), Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS),
Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Ministerio de Educación Pública
(MEP), Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Los participantes de la
sesión de trabajo sometieron la propuesta preliminar a un análisis y discusión,
elaboraron propuestas concretas de mejora y tomaron acuerdos. Los acuerdos
alcanzados en la Consulta Nacional fueron utilizados para elaborar la versión
final de la Estrategia. Para facilitar la discusión y toma de decisiones, se
utilizó la metodología de grupos nominales en un proceso que consta de seis
fases: Fase 1) Generación de ideas en silencio, Fase 2) Manifestación
secuencial de ideas, Fase
3) Clarificación de ideas,
Fase 4) Discusión y definición de propuestas y Fase 5) Toma de decisiones {Ver
Anexo 3 Metodología Grupos Nominales)
3.2 Etapa de formulación
A partir de los
lineamientos generales obtenidos durante el primer taller participativo que se
realiza para la elaboración de la presente estrategia, se constituyen no solo
los cuatro ejes de acción y cuatro áreas estratégicas, orientadas según las
áreas estratégicas planteadas en la Estrategia Mundial sobre el consumo
de sustancias psicoactivas y la salud pública (2), sino también los objetivos
generales y específicos
de cada eje.
Eje l. Liderazgo, gobernanza y alianzas
estratégicas.
Área estratégica: ejercicio del liderazgo y
gobernanza eficaz en el abordaje de los problemas relacionados con el consumo
de sustancias psicoactivas y su impacto en la salud pública por medio de
alianzas estratégicas que fomenten la articulación de acciones
interinstitucionales e intersectoriales.
Eje 2. Promoción y prevención
Área estratégica: fortalecimiento de las políticas
de promoción de la salud y prevención de consumo de sustancias psicoactivas,
haciendo énfasis en intervenciones tempranas de tipo familiar, comunitario y
laboral enfocadas en el desarrollo psicosocial de niños, niñas y jóvenes en su
ambiente social inmediato.
Eje 3. Servicios de intervención temprana y
sistemas de tratamiento
Área estratégica: mejoramiento del acceso y la
calidad de los servicios de salud integrales que atienden el consumo de
sustancias psicoactivas incorporando la intervención temprana y el
fortalecimiento del Sistema Nacional de Tratamiento.
Eje 4. Vigilancia, monitoreo y evaluación
Área estratégica: vigilancia de la salud,
monitoreo, evaluación e investigación del abordaje de salud pública del consumo
de sustancias psicoactivas.
El 8 y 9 de junio del 2017 se realiza un segundo
taller con actores sociales clave, pero esta vez para la construcción del Plan
de Acción. Se les da como insumo los ejes y las áreas estratégicas descritos
anteriormente, además los objetivos generales y objetivos específicos de cada
área, con el fin de que construyan y propongan de manera conjunta el plan de
acción. Dicho plan está compuesto al mismo tiempo por programas, proyectos e
iniciativas específicas junto con sus objetivos, metas e indicadores
respectivos, esquema de planificación basado en la Política Nacional de Salud
del Ministerio de Salud (5 ).
Cada grupo de trabajo
respondió a las siguientes preguntas por cada objetivo específico de la
estrategia:
1. ¿Cuáles son los
programas, proyectos o iniciativas específicas para cumplir con el objetivo?
2. ¿Cuáles son los
objetivos que responden a dicho programa, proyecto o iniciativa?
3. ¿Qué debe hacerse para
cumplir el objetivo?
4. ¿Cómo se va a medir el
cumplimiento de la meta?
S. ¿Cuánto tiempo se
destinará para esta meta, por año?
6. ¿Cuánto presupuesto se
requiere para cumplir la meta?
7. ¿Quién o quienes van a
liderar las acciones y actividades a implementar? (Ver Anexo 3 Metodología
Grupos Nominales
Para responder a estas
preguntas generadoras, se siguió la Técnica de Grupos Nominales (TGN), al igual
que en la Sesión de Consulta Nacional. Se aplicaron todos los pasos de la TGN para
cada objetivo específico.
3.3 Etapa de validación
Para esta etapa, se
realizaron visitas a cada una de las instituciones y organizaciones
involucradas en la estrategia, con el fin de validar las metas propuestas
durante el Taller para la construcción del Plan de Acción, realizado el 8 y 9 de junio
del 2017.
Del total de programas,
proyectos e iniciativas propuestas, así como sus objetivos específicos se
realizó una sistematización y re-organización del plan de acción, con el fin de
hacer una propuesta concreta y viable para iniciar a implementarse en el 2018 finalizando
el 2021.
3.4 Etapa de oficialización
Para la oficialización de
la Estrategia se realizará una sesión con los jerarcas de las instituciones
involucradas con el fin de que realicen sus últimas observaciones y se publique
de manera oficial la Estrategia.
3.5 Etapa de ejecución
Durante esta fase, se
implementa el Plan de Acción, el cual tiene un período de cuatro años,
iniciando en el 2018 y finalizando en el 2021. Los principales responsables de su ejecución son:
el Ministerio de Salud desde la Secretaría Técnica de Salud Mental y IAFA, el
Consejo Nacional de Salud Mental, la Comisión lnterinstitucional y la Comisión
Institucional de Salud Mental, juntos con el Sistema Nacional de Redes de Salud Mental, además tienen un papel
primordial instituciones como IAFA, ICD, MEP, PANI, IMAS, CCSS,
ICODER, todos los actores clave, deben trabajar de manera articulada (Ver Anexo
4 Colaboración
técnica).
3.6 Etapa de seguimiento
Se identifica a la STSM, al
CNSM y a la Comisión lnterinstitucional de Salud Mental e IAFA como los
principales actores en el seguimiento de la Estrategia, para el cual debe
elaborarse un sistema de seguimiento, monitoreo y evaluación, que brinde las
herramientas, instrumentos y mecanismos necesarios que aseguren el cumplimiento
de las acciones plasmadas en el Plan de Acción de la Estrategia, a partir de su
implementación.
IV. Respuesta del país:
estrategia nacional y plan de acción
Costa Rica se encuentra
frente a una importante oportunidad para el fortalecimiento de un Sistema
Nacional de Tratamiento en materia de consumo de sustancias psicoactivas, que
permita brindar una respuesta integral y oportuna para la población con
problemas derivados del consumo de sustancias psicoactivas (1). El reto actual
del país yace en lograr difundir estrategias eficaces de reducción de la
demanda y ofrecer servicios de promoción de la salud, prevención, intervención
temprana, tratamiento, disminución de las consecuencias adversas del consumo de
estas sustancias, tratamiento
y recuperación, que den respuesta a las necesidades
tanto de la población general como de los grupos más vulnerables (2), la
promoción de la salud, prevención del consumo de sustancias psicoactivas y sus
consecuencias; la intervención temprana del consumo; la reducción de daños
causados por el consumo;
el acceso a tratamiento oportuno y de calidad; la
recuperación de las personas, incluyendo su reinserción social; y la
administración de los servicios de salud (2). Para lograr esto, se debe contar
con recursos apropiados para la implementación de acciones, compromiso
político, así como la inclusión de la dimensión de salud pública en todas las
políticas relacionadas con consumo de sustancias psicoactivas (2).
El Ministerio de Salud en
conjunto con el Consejo Presidencial Social, IAFA y con el apoyo de técnico de
la OPS/OMS en Costa Rica, ha elaborado la Estrategia para la Reducción del
Consumo de Sustancias Psicoactivas con enfoque de Salud Público, con el fin de
asegurar la planificación e implementación articulada de las
acciones estratégicas para el abordaje de salud pública del problema del
consumo de sustancias
psicoactivas.
4.1 Estrategia Nacional
Como se mencionó anteriormente se han establecido cuatro ejes de acción
para el abordaje integral de las personas con problemas relacionados al consumo
de sustancias psicoactivas, cada eje consta de un área estratégica, que a su
vez contempla un objetivo general y uno o más objetivos específicos o
estratégicos. En el plan de acción se muestran además los programas, proyectos
o iniciativas específicas orientados a abordar dichos objetivos estratégicos,
con sus respectivas metas e indicadores. A continuación se muestran las áreas
estratégicas, objetivos generales y estratégicos o específicos de la Estrategia
Nacional.
Áreas estratégicas, objetivos generales y estratégicos
Eje 1 - Liderazgo, gobernanza y alianzas estratégicas


Eje 2 - Promoción y prevención



Eje 3 - Servicios de intervención temprana y sistemas de tratamiento


subtema: Mejoraría Calidad de la Atención

Eje 4 - Vigilancia, monitoreo, evaluación e investigación

4.2 PIan de Acción
























v Referencias bibliográficas.
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la Salud. Atención Primaria de Salud. Conferencia Internacional de Alma-Ata.
1978.
35. Organización
Panamericana de la Salud. Sistemas de salud basados en la Atención Primaria de
Salud: Estrategias para el desarrollo de los equipos de APS. Washington, D.C.:
OPS; 2008.
VI. Anexos
Anexo 1 Marco normativo
1. Constitución Política de
la República de Costa Rica;
2. Ley 5395: Ley General de
Salud (Actualizada en 1998 y en 2000};
3. Ley 5412: Ley Orgánica
del Ministerio de Salud;
4. Ley 7035: Creación del
IAFA y sus reformas;
5. Ley 17: Constitutiva
de la C.C.5.5.;
6. Ley 7471: Reforma del
Sector Salud;
7. Ley 8204: Ley
sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado,
Actividades Conexas, Legitimación de Capitales y Financiamiento al Terrorismo;
8. Ley 7600: Ley de
igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad;
9. Ley 7972: Cargas
tributarias a licores y cigarrillos;
10. Ley 7739: Código de
Niñez y adolescencia. Art. 44 h;
11. Ley N!2 7576: Ley penal
juvenil.
12. Ley N!2 7374:
Establecimiento de la atención de servicios integrales de salud {1993};
13. Ley 8093. Programa
nacional de educación contra las drogas;
14. Ley 8261. Ley General
de la Persona Joven. Articulo 6 incisos a y k;
15. Ley 4760 de Creación
del Instituto Mixto de Ayuda Social;
16. Ley 8289 de Reforma a
la Ley Orgánica del Ministerio de Salud, N.!2 5412, para el otorgamiento de
personalidad jurídica instrumental al Instituto sobre Alcoholismo y
Farmacodependencia
17. Ley 9028 Ley General de
Control del Tabaco y sus Efectos Nocivos en La Salud (2008}
18. Ley 9213 de Creación de
la Secretaría Técnica de Salud Mental;
19. Decreto 30571-5: Reglamento
de Habilitación de establecimientos de servicios de salud y afines;
20. Decreto 32997-5: Manual
de normas para la habilitación de establecimientos de atención a personas
consumidoras de alcohol y otras drogas mayores de 18 años (2005}
21. Decreto Ejecutivo N. !2
34784-MSP-S, Declaratoria del consumo de drogas que producen dependencia como
problema de salud pública y de interés público y nacional (2008};
22. Decreto Ejecutivo, N.!2
35383-5. "Norma para la aprobación del funcionamiento técnico de los programas
especializados en tratamiento del consumo de alcohol y otras drogas"
(2009};
23. Decreto Ejecutivo N.!2
36661-MP. Coordinación y ejecución de las políticas, programas y proyectos
contemplados en el Plan Nacional sobre Drogas, Legitimación de Capitales y
Financiamiento al Terrorismo (2011);
24. Decreto Ejecutivo N.!2
37110-5. Políticas del Sector Salud para el tratamiento de la persona con
problemas derivados del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en Costa Rica
(2012);
25. Votos Constitucionales,
Resoluciones de Sala IV N.! 1 2011008617, de las diecisiete horas y cincuenta y
nueve minutos del 28 de junio del 2011, y; N.!2 2010001664, de las quince horas
y ocho minutos del veintisiete de enero del 2010: Declaratoria del Alcoholismo
como Enfermedad;
26. Convenios
internacionales ratificados por el Gobierno de la República {OMS, OPS, ONU,
OEA, entre otros).
Anexo 2 Legislación y
normativa CCSS

Anexo 3 Metodología Grupos
Nominales
Metodología para la
realización del Plan de Acción
Coordinación para la
construcción del Plan de Acción para
la Estrategia Nacional para el Abordaje Integral
y la
Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas en Costa Rica por medio de una Sesión de Grupos
de Mejora Continua con base en
la Técnica de Grupos Nominales con actores de interés {MINSA, CCSS, ICD, IAFA, MEP, PANI, etc.) Antecedentes
El Ministerio de Salud, con
el apoyo técnico de OPS Costa Rica, presentó el pasado 10 de junio de 2016 una
propuesta preliminar de Estrategia
Nacional para el Abordaje Integral de las personas con Problemas
Relacionados con el Consumo de Sustancias Psicoactivas en Costa Rica que
permita lograr un importante avance en la Reducción del
Consumo con enfoque de salud pública; con el
fin de mejorar la propuesta, alcanzar acuerdos y asegurar su puesta en
práctica, para esto se convocó a los distintos actores gubernamentales
involucrados a un proceso participativo denominado Consulta Nacional.
La sesión contó con la
participación de aproximadamente 40 tomadores de decisiones, en calidad de
representantes de las diferentes instituciones gubernamentales involucradas en
el abordaje de salud pública con respecto al problema del consumo de sustancias
psicoactivas. Entre las que se cuentan representantes de MS, IAFA, ICD, CCSS,
PANI, MEP, IMAS.
Los participantes de la
sesión de trabajo sometieron la propuesta preliminar a análisis y discusión, elaboraron
propuestas concretas de mejora y tomaron acuerdos. Los acuerdos alcanzados y el resultado de
esta Consulta Nacional se pueden ver en cada una de las acciones estratégicas
que se trabajarán en
la matriz propuesta para el respectivo Plan de Acción.
Objetivos
Objetivo general
l. Obtener consenso entre
los actores gubernamentales involucrados en el abordaje de las personas con
problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, en la
elaboración y posterior ejecución del Plan de
Acción para la Estrategia Nacional con
enfoque de salud pública que articule las acciones interinstitucionales e
intersectoriales en materia de consumo de sustancias psicoactivas.
Objetivos
específicos
Identificar acciones, actividades y tareas
concretas que deberán ser ejecutadas de manera articulada por los actores
involucrados para dar cumplimiento a los objetivos estipulados en la Estrategia Nacional,
al mismo tiempo que se definen plazos y responsables.
Adquirir el compromiso de ejecutar el Plan de Acción de manera
interinstitucional e intersectorialmente, por medio de la elaboración en
conjunto del mismo Metodología los participantes estarán organizados en 5 mesas
de trabajo separadas, con aproximadamente 15 participantes por grupo, los
cuales ya estarán designados. Antes de iniciar se deben asignar papeles o roles
en los grupos, dichos papeles son: moderador(a) quien se espera que facilite el
debate, secretario(a) es quien toma notas y registra por escrito todo, por
último, alguien que lleve el tiempo con un cronómetro, responsable de mantener
la discusión dentro del tiempo establecido.
Cada grupo tendrá a
su cargo 7 objetivos estratégicos, la división será la siguiente:

Cada grupo de trabajo responderá a las
siguientes preguntas por objetivo:
1. ¿Cuáles son los
programas, proyectos o iniciativas específicas para cumplir con el objetivo?
2. ¿Cuáles son los
objetivos que responden a dicho programa, proyecto o iniciativa?
3. ¿Qué debe hacerse para
cumplir el objetivo?
4. ¿Cómo se va a medir el
cumplimiento de la meta?
S. ¿Cuánto tiempo se
destinará para esta meta, por año?
6. ¿Cuánto presupuesto se requiere
para cumplir la meta?
7. ¿Quién o quienes van a
liderar las acciones y actividades a implementar?
Para responder a estas
preguntas generadoras, se seguirá la Técnica de Grupos Nominales, se aplicarán
todos los pasos para cada objetivo, es decir, cada grupo debe realizar este
ejercicio siete veces. A continuación, se explica la T.G.N.
Fase l. Generación de
ideas en silencio, consiste en la reflexión
individual donde anotarán sus ideas en forma de lista de manera clara y concisa
para evitar la necesidad de clarificación posterior. Cada participante contará
con una hoja de trabajo con las preguntas que serán sometidas a discusión. A
continuación, se darán 10 minutos para que los participantes escriban en una
hoja sus impresiones individuales con respecto a cada una de las preguntas
planteadas.
Fase 2. Manifestación
secuencial de ideas por parte de
los participantes de manera pública, la exposición se hace de manera ordenada y
breve, dando oportunidad a cada participante de exponer en cada ronda únicamente
un ítem de los anotados en su hoja (12 minutos para el grupo).
La persona en el rol de
secretario escribirá las ideas que cada persona expone, de la manera más
concisa y clara posible. No se permite
la discusión entre participantes. En este
momento los participantes pueden agregar ítems a su lista si se les ocurren
nuevos en el proceso de exposición de los demás participantes. El facilitador
moderará el orden y tiempo de participación. Se realizarán tantas rondas sean
necesarias para agotar los comentarios de cada uno de los participantes. En el
caso que un participante no tenga impresiones ulteriores puede pasar su turno.
Sin embargo, puede volver a solicitar turno en caso de tener algún comentario
adicional.
Fase 3. Clarificación de
ideas, debe ser breve, explicando
cada punto con una frase breve y directa, evitando las discusiones prolongadas.
Un minuto como máximo para aclarar las ideas que deban ser aclaradas. Una vez
que se han agotado todos los comentarios y éstos han sido registrados, el
facilitador procede a revisarlos uno a uno para asegurar que todos los
participantes les comprenden de igual manera. En esta fase se abre la
posibilidad de aclarar dudas sobre los comentarios realizados (1 minuto por
participación).
Fase 4: Discusión y definición de
propuestas, en este momento se induce
al debate de manera ordenada y concisa. Además, se pueden reubicar, agrupar,
desagrupar, descomponer, descartar ideas o redefinirlas. La discusión será
moderada por el facilitador, seguirá el orden de los puntos analizados y se
contará con tiempo límite para la participación de cada participante (2 minutos
por participación). Se busca que los participantes hagan uso de la información
presentada en las fases 1 y 2, para construir propuestas concretas.
Fase 5. Toma de decisiones,
se definen acuerdos. El facilitador
presentará al grupo las propuestas de modificación construidas de manera
conjunta en la fase 4 con el fin de identificar posibles inconsistencias e incentivar la reflexión entre los
asistentes. El grupo deberá definir por medio de votación mayoritaria, pero no
necesariamente unánime, sobre las propuestas finales que quedarán en
firme y serán entregadas por escrito a los facilitadores.
Al finalizar esta etapa cada
grupo debe ser capaz de completar la siguiente matriz para cada objetivo, con
el fin de construir el plan de acción.

Es importante que cada facilitador de inicio al trabajo en grupos de
manera puntual, poniendo especial atención al cumplimiento deí objetivo en la
fase de trabajo y que se encuentre dentro deí tiempo previsto para su
cumplimiento.
Se dispondrá de la siguiente distribución del tiempo de manera rigurosa:
. Fase 1. Generación de ideas en silencio: 10 minutos
. Fase 2. Manifestación secuencial de ideas: 12 minutos
. Fase 3. clarificación de ideas: 10 minutos
. Fase 4: Discusión y definición de propuestas: 10 minutos
. Fase 5. Toma de decisiones: 8 minutos
Al finalizar con los 35 objetivos estratégicos se hará el cierre de la
sesión de trabajo en la cual se presentarán de manera general los acuerdos
obtenidos, expuestos por el Dr. Allan Rimola, así mismo que se exponga de
manera breve las etapas que siguen en este proceso. Se agradecerá a los
participantes por sus aportes y se les convocará para la validación de la
Estrategia y su respectivo Plan de Acción.
Anexo 4 Colaboración
técnica






Anexo 5
Sistematización de experiencias del Taller para la Elaboración del Plan de
acción de la Estrategia Nacional para el Abordaje Integral y la Reducción del
Consumo de Sustancias Psicoactivas con Enfoque de Salud Pública en Costa Rica
2017-2021, 8 y 9 de Junio.
Elaborado por:
Msc: Ana Luisa Guzmán Hernández
Licda. Yessica Ulate Castillo
La presente sistematización organiza la información brindada, contenidos
y las actividades desarrolladas en el 'Taller para la Elaboración del Plai de
acción de la Estrategia Nacional para el Abordaje Integral y la Reducción del
Consumo de Sustancias Psicoactivas con Enfoque de Salud Pública en Costa Rica
2017-2021
Objetivo del taller:
. Elaborar el Plan de Acción para la Estrategia Nacional para el
Abordaje Integral de las personas con Problemas Relacionadoscon el Consumo de
Sustancias Psicoactivas en Costa Rica por medio de una Sesión de Grupos de
Mejora Continua con base en la Técnica de Grupos Nominales con actores de
interés.












Anexo 6 Lista de participantes por grupo de trabajo en el taller del 8 y
9 de junio 2017



Anexo 7 Fotografías del taller del 8 y 9 de junio 2017


