ARTÍCULO 5.- Derechos de residentes o usuarios en establecimientos privados
Además de los derechos establecidos en el artículo 6, toda
persona adulta mayor que resida permanente o transitoriamente en un hogar,
centro diurno, albergue u otra modalidad de atención, tiene los
siguientes derechos:
a) Relacionarse afectivamente con sus familiares u otras personas con las
que desee compartir, asimismo, recibir sus visitas dentro de los horarios
adecuados.
b) Recibir información previa de todos los servicios que presta
dicho establecimiento y del costo de estos.
c) Ser informada respecto de su condición de salud y la
participación del tratamiento que requiere.
d) Oponerse a recibir tratamiento médico experimental y con exceso
de medicamentos (polifarmacia).
e) No ser trasladada ni removida del establecimiento sin haberlo consentido,
excepto si se le informa, por escrito y con un mínimo de treinta
días de anticipación, de que se le va a dar de alta o de la existencia
de otras razones para el traslado o la remoción. En ambos casos, las
razones del traslado deben quedar fundamentadas en el expediente que,
obligatoriamente, deben tener de cada residente o usuario.
f) No ser aislada, excepto por causas terapéuticas, para evitar que se
dañe a sí misma o perjudique a otras personas. Si se requiriere
el aislamiento, deberá ser respaldado por una orden extendida por un
equipo profesional competente. La condición de aislamiento deberá
revisarse periódicamente. Dicha revisión se hará constar
en los expedientes clínicos.
g) Administrar sus propias finanzas o elegir a una persona para que se las
administre y recibir informes trimestrales del responsable de manejarlas.
Cuando resida en forma permanente en un hogar o albergue, deberá
contribuir con el costo de su estancia hasta con un máximo del noventa
por ciento (90%) de su ingreso por concepto de pensión mensual.
h) Gozar de privacidad durante las visitas de su cónyuge o
compañero.
Cuando ambos cónyuges o compañeros sean residentes,
deberá suministrárseles un dormitorio común, siempre que
las facilidades del establecimiento lo permitan.
i) Circular libremente tanto dentro del establecimiento como fuera de él,
siempre que las condiciones físicas y mentales se lo permitan.